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No hay mercado seguro por falta de infraestructura en el campo

Teodoro Galeano, productor hortícola del Alto Paraná.

La liberación de la importación de los tomates, dispuesta por el Gobierno Nacional, no fue bien vista por los gremios de pequeños productores de la región y el país, quienes entienden que antes de abrir paso a los rubros extranjeros, deberían brindar infraestructura y condiciones para que el labriego paraguayo pueda competir en igualdad de condiciones. Las organizaciones de productores del Alto Paraná, siempre han reclamado, pero nunca fueron escuchados.

Las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería han indicado que la producción local no abastece a la demanda existente en el país. Los productores del Alto Paraná indicaron que cada año es la misma excusa para liberar la importación, pero en realidad lo que se hace es dar vía libre al contrabando de esa verdura, que en la región ingresa por el río Paraná y el Puente de la Amistad.

Según el agricultor Teodoro Galeano, si se quiere hacer bien las cosas, se deben implementar políticas públicas que realmente favorezcan la producción nacional, como dotar de mejoras a los campesinos en sus chacras, conocer qué porcentaje accede a sistemas de regadíos, media sombra y aplicar mecanismos duraderos de protección contra todos los fenómenos climáticos.

El labriego puso como ejemplo que las altas temperaturas están chamuscando los frutos en proceso de crecimiento, no solo los tomates, sino de sandías, zapallos, melones y otros rubros. Insistió que es una cosa que ocurre cada año y que ya no es el tiempo que se ande tapando las plantas con hojas de diario como protección. Dijo que las autoridades del MAG deben tener una visión y brindar asistencia técnica. También deben proveer los materiales necesarios para hacer frente a las adversidades del clima.

Para el sector de pequeños productores del Alto Paraná, no es nuevo que se libere la importación de los rubros agrícolas, con la excusa que los labriegos paraguayos no pueden abastecer el mercado interno. Todos reclaman un verdadero apoyo para los pequeños productores para que los precios al consumidor final no sean tan elevados y se tenga un mercado seguro.

Los labriegos deben contar con infraestructura en el campo para competir en igualdad de condiciones con rubros extranjeros

SE INFLAN LOS PRECIOS PARA EL CONSUMIDOR

De acuerdo al análisis de Galeano y otros labriegos, los grandes supermercados y otros retiran los vegetales a costos reales y accesibles de las propias fincas agrícolas, pero le agregan un  alto incremento al momento de poner a disposición del consumidor final. Explicaron que retiran con precios que no pasan los G. 7 mil el kilo, pero venden hasta 50% más caro. De esa manera la competencia es imposible, porque el consumidor siempre va a preferir lo más barato y ese es el que ingresa por contrabando.

En Ciudad del Este se tiene semanalmente la feria de productores hortigranjeros y desde la coordinación explicaron que no habrá faltante de tomates y otros rubros que ellos traen de sus chacras, con precios que serán dentro de los G. 6.000 y G. 12.000. La calidad de la producción nacional está de acuerdo a la metodología de control que apliquen los labriegos, sobre sus cultivos.

Según dijo Galeano, hace más de una década que vienen conversando con las autoridades, pero siempre se anteponen lo que deciden los grandes supermercados. Como ejemplo, está la nueva liberación del rubro muy consumido en las casas paraguayas. No tienen  intenciones de sentarse a diseñar verdaderas políticas de apoyo al pequeño productor que cada vez más está lejos de sus autoridades y debe ingeniarse solo para que sus rubros sobresalgan.

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