La semana pasada se realizó la presentación de la Norma de Categorización Hotelera, parte del Sistema Nacional de Calidad Turística de la Senatur, en un conocido hotel de Ciudad del Este, donde se tuvo la participación de los empresarios del sector. Carlos Jara, presidente fundador de la Asociación Hotelera y Gastronómica del Alto Paraná y director del Hotel Convair, no se guardó nada y lanzó duras críticas que dejan al descubierto una realidad preocupante para el rubro.
La categorización hotelera, que se supone debería elevar el estándar de calidad de los servicios turísticos en Paraguay, ahora parece ser el detonante de un explosivo malestar. La iniciativa evalúa los servicios del sector hotelero a través de una escala de una a cinco estrellas, pero Jara asegura que esto está lejos de solucionar los problemas de fondo.
«La Senatur y el INTN están pescando en una pecera», denunció. «Hay centenas de hoteles que no van a saber de categorización porque no son formales. Si sumamos la nueva tendencia hotelera por aplicaciones, hay miles que están utilizando, que no pagan impuestos y no se les exige cumplir con todo esto».
Jara arremetió contra las cargas económicas que soportan los hoteles formales en Ciudad del Este, afirmando que los costos son exorbitantes. «En mi empresa pagamos G. 50 millones en patente comercial, G. 80 millones en impuesto inmobiliario. El retiro de basura es de G. 1.700.000 por mes, el sobrecosto que tenemos es demasiado».
Además, denunció la deplorable situación de la ciudad. «La ciudad está un desastre, hay mesiteros por todos lados, las “pirañas” están a la orden del día. En 15 días nos robaron dos veces el medidor de agua. Estamos en un ambiente muy contaminado y vienen con exigencias de primer mundo. Hay algo que no camina y deben entenderlo», fustigó.
SENATUR E INTN
El empresario no solo apuntó a la Secretaría Nacional de Turismo, sino también al Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología, instituciones que según él, deberían actuar como aliados y no como enemigos del sector privado. «A la Senatur pareciera que no le importa lo que le decimos, no saben el papeleo que es para los certificados y otros. ¿Por qué hacerlo cada tres años? Es mejor hacerlo cada cinco años. Pagar otra vez casi 5 millones cada tres años… ¡Vengan acá y van a conocer cómo es en verdad!», exigió, al tiempo que lamentó que los cambios en las administraciones gubernamentales signifiquen un constante aumento de requisitos. «Estamos hartos de tener un gobierno que no piense en nosotros», sentenció.
En su apasionado discurso, Jara también señaló la deficiencia de servicios básicos en la ciudad. «Quiero mostrarle el agua que llega al hotel. Usamos muchos filtros para que el agua no salga sucia y poder lavar la ropa. No tenemos desagüe cloacal, usamos un sistema de bombeo propio y pagamos el 100% de mi consumo de agua, mientras la Essap tira en el río Paraná. ¡Es una vergüenza! El INTN debe ponerle normas al gobierno y no a nosotros», siguió.
Jara dejó en claro el mensaje que urge un equilibrio entre las instituciones públicas y el sector privado para enfrentar la informalidad desbordante y las extenuantes cargas tributarias que aplastan a los empresarios formales de Ciudad del Este. «Nuestros jueces son los clientes. Si algo no les gustó, ya no vuelven, y se acabó. Nos debemos a ellos, no a las imposiciones arbitrarias», concluyó.
