Los jóvenes adictos y en situación de calle se multiplican en Ciudad del Este en las narices de las autoridades y las instituciones que deben combatir el consumo en la vía pública. La situación ya es insostenible debido a que cada vez hay más personas que dejan sus hogares para tomar los espacios públicos y consumir estupefacientes, gracias a la facilidad para adquirir los distintos tipos de drogas.
Un campamento montado al costado de la ruta PY 02, en inmediaciones de un conocido shopping y casi llegando al centro de la ciudad, demuestra el nulo combate y la inutilidad de varias instituciones que no buscan ni siquiera alternativas para erradicar el problema, a pesar de los innumerables proyectos y programas contra el consumo de drogas. Los ciudadanos que circulan por la zona deben soportar los constantes robos y la actitud violenta por parte de los adictos que deambulan por las calles.
En un video captado por transeúntes se puede observar cómo algunas personas distribuyen diferentes tipos de drogas en plena vía pública, sin temor alguno y frente a todos. En las imágenes también se puede ver a adultos y menores de edad compartiendo dosis de drogas.
La terminal interurbana de buses también está copada por jóvenes que piden dinero a los pasajeros que esperan sus colectivos en el lugar. En horas de la noche el sitio se vuelve un peligro para cualquiera que pasa por ese sector.
La Policía Nacional ya realizó seis operativos para identificar a todos los que se encuentran dentro del campamento montado al costado de la ruta PY 02, pero en todos los procedimientos brillaron por su ausencia las instituciones antidrogas. La Secretaría Nacional Antidrogas cuenta con una oficina regional, que aparentemente opera solamente para las fotos.
CANSADOS DE ESPERAR RESPUESTAS
Los comerciantes afectados por la cantidad de adictos que pululan frente a sus locales solicitaron en reiteradas ocasiones la intervención de los organismos competentes para frenar el flagelo, pero hasta el momento no recibieron respuestas. Cansados de esperar, algunos cerraron las puertas por la falta de garantías para ellos mismos y para sus clientes.