La estructura de lo que tendría que ser la Unidad de Salud Familiar de Itakyry se constituye en un verdadero monumento a la desidia y la corrupción reinante en varias instituciones del Estado. La obra requirió una millonaria inversión, pero fue abandonada antes de concluir los trabajos hace varios años, convirtiéndose en un aguantadero de adictos, personas en situación de calle e incluso delincuentes.
El “elefante blanco”, ubicado en la zona de Villar Kue, es parte de un paquete de obras financiadas por la Itaipú Binacional, junto a otras USF de Tembiaporá y Limoy, en Minga Pora, que beneficiarían a unas 5.000 familias de la zona.
La estructura edilicia abandonada fue visitada en varias oportunidades por autoridades locales y nacionales, que como parte de las tantas promesas electorales, afirmaron que las obras serían concluidas para su posterior habilitación, sin embargo, pasaron cinco años del inicio de los trabajos y el lugar no pasa de ser una enorme estructura corroída por el tiempo y las condiciones climáticas.
Itakyry es uno de los municipios más carenciados en cuanto a atención sanitaria, por lo que esta situación despierta la indignación de la ciudadanía, que se vio obligada a recurrir a otras zonas para recibir atención médica, ya que el puesto de salud más cercano fue cerrado, de modo a centralizar las atenciones en el supuesto nuevo local de la USF.
La palada inicial de las obras se realizó hace cinco años, durante la administración del intendente Carlos Soria, hijo del actual intendente Miguel Soria, quien se habría “servido” de la misma durante su campaña política, prometiendo la habilitación del lugar, que sería uno de los mayores puestos de atención en la zona. En el año 2022, siendo ya intendente, Soria (p) volvió a visitar el lugar asegurando que la conclusión de las obras se daría en poco tiempo.
La ubicación de la estructura es más que estratégica, atendiendo a que se encuentra en cercanías de las comunidades de Cuatro Bocas, Acaray Poty y Aguape, además de la comunidad indígena de Paso Cadena, Ka’aguy Yvate, Mariscal López, Ytu, Zanja Moroti y varias otras localidades.
El monto total adjudicado para el paquete de las USF ronda los G. 4.085 millones y la empresa ganadora de la licitación fue Estero Guazú S.A., cuyos representantes legales serían Enrique César González y Verónica Marcelli.