Desde el inicio del denominado «Operativo Verano» de la Patrulla Caminera, se han multiplicado los episodios de abusos, desmanes y presuntos pedidos de coimas por parte de sus agentes. Bajo el comando del cuestionado inspector mayor Ramón Torres, la institución dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, parece más enfocada en controles extorsivos que en cumplir con su misión de ordenar el tránsito y garantizar la seguridad vial.
Un incidente ocurrido ayer frente al puesto de control de la Patrulla Caminera, en el Km. 15 de Minga Guazú, ilustra claramente esta situación. Una mujer, identificada como A.G.G., fue abordada en una barrera mientras conducía un vehículo Toyota Allion sin chapa. Según testigos, los agentes comandados por el subinspector Ysidro Morínigo, intentaron “negociar” con la conductora, solicitando coimas para evitar sanciones. Al no llegar a un “acuerdo”, trataron de confiscar el automóvil, lo que provocó un tenso forcejeo con la mujer, quien exigía también la devolución de su registro de conducir.
El episodio, que fue grabado y rápidamente viralizado en redes sociales, tuvo un desenlace insólito y evidenció la chambonada de los patrulleros: un hombre, aparentemente pareja de la conductora, abordó el automóvil retenido y se dio a la fuga, dejando a los agentes en ridículo, con las manos vacías y únicamente con una multa de más de G. 2 millones expedida contra la mujer.
CAOS VEHICULAR E INACCIÓN DE LA PATRULLA CAMINERA
Mientras estos operativos extorsivos continúan, el caos vehicular en la ruta PY02, particularmente en el tramo urbano de Ciudad del Este, se agrava día a día. Largas filas de camiones de gran porte que esperan cruzar hacia Brasil, generan un panorama desolador de inacción y descontrol. La falta de intervención efectiva por parte de la Patrulla Caminera, que debería regular esta problemática, pone en evidencia su incapacidad y prioridades desviadas.
Los camiones ocupan varios carriles, dejando a los vehículos más pequeños en constante riesgo de accidentes, especialmente durante la noche. Esta crisis ha provocado múltiples siniestros viales, algunos con víctimas fatales. Vecinos, conductores y concejales municipales han alzado su voz, señalando a la Patrulla Caminera como uno de los principales responsables del caos.
En sesiones recientes de la Junta Municipal de Ciudad del Este, los ediles han advertido que, si el MOPC y la Patrulla Caminera no actúan de inmediato, se evaluarán acciones judiciales para solicitar su retiro de las rutas del distrito.
La gestión del inspector mayor Ramón Torres no ha estado exenta de polémicas desde su nombramiento hace un año. Entre otras controversias, intentó prohibir a los bomberos voluntarios de Minga Guazú realizar colectas en la ruta, una medida ampliamente rechazada por la ciudadanía. Sin embargo, a pesar de las constantes críticas, Torres parece contar con el respaldo del director general de la institución, Inspector General Eutacio Ignacio González, quien lo mantiene en el cargo como un «inamovible». La ciudadanía exige respuestas urgentes. Mientras la Patrulla Caminera se enfoca en operativos con evidente olor a corrupción, el tránsito en Ciudad del Este se torna cada vez más caótico y peligroso.