El seleccionado Paranaense ganó el campeonato nacional de fútbol de salón que se disputó en la ciudad de Coronel Oviedo. De esa manera alcanzó su décima estrella. El combinado esmeralda ganó el título sin perder partido alguno. Fue el cuadro más goleador del torneo. Tuvo en sus filas al goleador de la competencia, al mejor arquero y al mejor entrenador. Para coronar, logró la copa ante su archirrival Presidente Franco, en un clásico inolvidable e infartante.
Fiel a su historia, escrita con sudor, esfuerzo, lágrimas y alegrías, Paranaense volvió más glorioso que nunca de uno de los mejores campeonatos de los últimos tiempos. En la esperada final le ganó a Pdte. Franco por el marcador de 2 a 1, en un memorable encuentro. El cuadro esmeralda ganó todo, el trofeo de campeón invicto, con Julio Rodas como goleador y José Ortiz como mejor arquero. Contó con un plantel de jugadores de jerarquía internacional que supo trabajar cada partido para avanzar hasta llegar al objetivo. Nada se dejó al azar, todo fue planificado desde la selección de valores. El entrenador Saúl Santander mostró su categoría para conducir un plantel fuerte.
Todos hicieron posible este logro; Ascona, Acosta, Flores, Hellman, Amarilla, Alliende, Ríos, el capitán Jorge Sarubbi y los demás integrantes del elenco. Devolvieron la alegría al gran público paranaense que volvió con todo. Merece un capítulo especial la dirigencia de la Federación Paranaense de Fútbol de Salón, liderada por Fredy González y sus compañeros. Trabajaron mucho, golpearon puertas, hicieron reuniones y actividades varias para recaudar y de esa manera solventar los costos. Recibieron apoyo de todas partes por la confianza que transmitieron y así consiguieron la décima estrella para la bandera verde esmeralda.