Desde fines de la década de 1990, pasaron 25 largos años, pero el árbitro Pedro Benítez continúa vigente, porque según nos cuenta, todavía se siente en buenas condiciones para dirigir en el fútbol de salón tras dejar el fútbol de campo hace algunos años. El arbitraje es delicado, da satisfacciones y grandes decepciones por la conducta de los inadaptados que abundan por todas partes. Está orgulloso por su hijo Carlos Paul Benítez, que alcanzó nivel internacional con la insignia de FIFA.
El experimentado árbitro nos cuenta que comenzó su carrera en el fútbol de campo. “Comencé dirigiendo fútbol de campo, luego fútbol de salón. También tengo experiencia en Futsal FIFA, con 5 campeonatos nacionales en diferentes puntos del interior del país. Son tres modalidades que me permitieron recorrer por todo el país. Actualmente me dedico al fútbol de salón y lo hago con solvencia porque me da el físico, y no así el fútbol (de campo) que ya deje hace varios años”.
¿Por qué sigue dirigiendo? “Hay poco recambio en esta labor y entonces continúo y lo haré hasta que ya no me sienta en condiciones de hacer el trabajo como corresponde.”
¿Tuvo dificultades durante su larga carrera? “Si, tuvimos muchos momentos difíciles en las diferentes disciplinas deportivas. Recuerdo una de ellas en Tavapy, donde los iracundos aficionados destruyeron nuestro vehículo por considerarnos culpables del resultado de un encuentro que no fue del agrado de los mismos. Donde más inconvenientes superamos fue en salonismo, en aquellos partidos clásicos entre Paranaense y Presidente Franco. Durante mi carrera he dirigido más de 15 partidos entre estos equipos a nivel de selecciones y siempre son muy complicados para los árbitros por la gran rivalidad existente. De todos modos superamos todo y aquí estamos, aún en actividad.”
“CARLOS PAUL BENÍTEZ ES MI HIJO, MI ORGULLO, MI TODO”
¿Qué nos dice de su hijo que está considerado como uno de los árbitros con insignia de FIFA?
“Carlos Paul es mi hijo, mi orgullo, mi todo. Mucha gente nos reconoce. Somos del barrio Remansito de Ciudad del Este. Comenzó en el arbitraje en unos juegos universitarios. Faltaba gente para completar y él se decidió y allí comenzó. Pasó por todas las etapas, formación con buenos maestros hasta el 2010 en la UFI, y desde el allí formación superior para avanzar a la división profesional, donde hoy se desempeña y con insignia de la FIFA. Muchas satisfacciones nos dio el arbitraje. No hay nada para quejarnos.”
