Hartos de la inacción policial pese a aportar millones de guaraníes para mantener las patrulleras, la comisión de seguridad de la ciudad de Yguazú denunció a los agentes de varias comisarías ante las autoridades nacionales. Los asaltos domiciliarios y los abigeatos se convirtieron en el pan de cada día y prácticamente no hay detenidos. La delincuencia incluso habría aumentado desde que los agentes de Investigación de Delitos se asentaron en la zona.
Los miembros de la comisión de seguridad de Yguazú relataron la acuciante ola de inseguridad que padecen desde hace varios años. Los mismos recurrieron a una nota formal que presentaron a la Comandancia de La Policía Nacional, la Fiscalía General del Estado, Embajada del Japón, Ministerio del Interior, además ante ambas cámaras del Congreso Nacional.
En el documento detallan varios supuestos malos manejos de agentes policiales de la zona. La queja afecta tanto a sedes policiales del distrito de Yguazú como de Santa Rita, por la falta de acción para reprimir la ola de asaltos.
Según los datos, en un lapso de 14 meses se registraron más de 26 violentos asaltos domiciliarios con toma de rehenes. En muchos de estos casos hubo coacción sexual a las víctimas. “Estos asaltos evidencian la pérdida total del dominio de la situación por parte de las comisarías locales, en especial la Comisaría 9na de Yguazú, en cuya jurisdicción sucedieron estos hechos espeluznantes”, expresa una parte de la nota.
En los asaltos domiciliarios, las víctimas que casi siempre incluye a niños, son amenazadas con ser asesinadas o secuestradas, además de ser sometidas a abusos sexuales. Esto los deja traumatizados por los momentos vividos de horror, según detallan en la nota de queja. “Los asaltantes tienen el mismo modus operandi, toman de sorpresa a las familias, los tienen de rehén durante toda la madrugada (un incidente fue de 8 horas), cargan todo lo que hay en la casa y transportan con el vehículo de la víctima. Se sientan a cocinar y comer, actúan con absoluta certeza de que no van a ser molestados durante el atraco ni en su fuga”, agregan.
Los pobladores detectaron que los asaltos se ejecutan en un radio de 40 kilómetros, en una triangulación formada por la Colonia Yguazu, Minga Guazú y Santa Rita (zona norte). Afirman que los caminos utilizados por los asaltantes son los mismos y que conducen a dos o tres asentamientos campesinos.
MILLONARIA RECAUDACIÓN
Los afectados por los asaltos domiciliarios hicieron una estimación de los montos recaudados por los ladrones. Según los cálculos, el perjuicio llega a más de un US$ 1,5 millón en poco más de un año.
Entre los objetos robados hay camionetas, automóviles, armas de todo tipo, dinero en efectivo, herramientas e implementos agrícolas, combustible, agroquímicos, teléfonos celulares, electrodomésticos, entre otros.
UNA CRIMINAL INACCIÓN
Afirman que pese a las reiteradas denuncias ante las comisarías jurisdiccionales, no hay respuesta suficiente de parte de los agentes del orden. Además denuncian que desde que los agentes de Investigación de Delitos se instalaron en Yguazú, la ola de inseguridad creció, en vez de disminuir.
“Respecto a los agentes de investigación, la ciudadanía los percibe muy negativamente. Desde la presencia de dichos agentes han comenzado las olas de inseguridades escalando hasta la fecha a espeluznantes asaltos domiciliarios, todos donde hay niños (esto es lo más triste), por lo que solicitamos en nombre de la comunidad el desplazamiento de estos agentes del distrito de Yguazú, porque sólo nos produce gastos, son invisibles y hasta ahora su desempeño en mejorar la calidad del servicio policial es nulo”, aseveran en la nota.
La comisión de seguridad y los comerciantes aportan una importante cantidad de dinero para el mantenimiento de las patrulleras, además de compras de combustibles, pero no perciben una mejora en la seguridad. Solicitaron a la Policía Nacional la creación de un plan estratégico para capturar a los responsables de los asaltos violentos.
