
A pesar de las denuncias públicas y las quejas, los usuarios de la Municipalidad de Ciudad del Este continúan enfrentando graves dificultades para acceder a servicios básicos debido a la persistente falta de insumos. Los registros de conducir y carnets de habilitación vehicular no se pueden expedir hace semanas o se emiten a cuentagotas, lo que ha generado una creciente frustración y descontento en la ciudadanía. Fuentes confiables dentro de la Dirección de Recaudaciones, informan que la causa principal es la falta de pago a los proveedores, lo que ha provocado un desabastecimiento crítico de materiales esenciales.
Aunque los carnets de habilitación comenzaron a ser expedidos nuevamente en un breve lapso, el problema está lejos de solucionarse. La lenta cancelación de las deudas municipales ha llevado a los proveedores a liberar los insumos a cuentagotas, empeorando la situación y prolongando el malestar de los contribuyentes.

Lo más indignante para los ciudadanos es que, mientras la administración municipal no logra garantizar el suministro de insumos básicos, el intendente Miguel Prieto continúa derrochando recursos en eventos y proyectos de dudosa prioridad. Entre los gastos que han levantado polémica, se destaca la reciente «cena de oro» ofrecida a empresarios esteños, un evento costoso que contrasta radicalmente con la precariedad en la que se encuentra el servicio municipal. Además, Prieto ha destinado millonarios rubros al supuesto arreglo de plazas, un gasto que muchos consideran innecesario en el contexto de la crisis actual.
Desde que Miguel Prieto asumió la administración en 2019, la Municipalidad de Ciudad del Este lidia con millonarias deudas que han afectado gravemente su funcionamiento. De acuerdo con el informe cuatrimestral que cerró el 31 de diciembre de 2023, la deuda total ascendía a G. 60.784.148.005. Estas deudas incluyen montos significativos con proveedores, funcionarios contratados y otros gastos operativos.

El manejo financiero de la administración de Prieto ha sido ampliamente criticado. En lugar de destinar los ingresos de 2024 para cubrir los gastos previstos, se han utilizado estos fondos para saldar deudas del ejercicio anterior, una maniobra conocida como «calesiteo”. Esta práctica ha sumido a la municipalidad en un círculo vicioso de insolvencia y falta de recursos, afectando directamente a los ciudadanos que dependen de sus servicios.
La situación actual refleja una profunda crisis de administración y una evidente falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos, agravada por la aparente prioridad de la intendencia en gastos ostentosos en lugar de en la provisión de servicios esenciales. Los contribuyentes continúan esperando soluciones, mientras la insatisfacción y el malestar crecen.