La guardería aún no está en funcionamiento, sin embargo desde hace más de un año, unos 10 funcionarios están percibiendo sus haberes sin realizar absolutamente nada. El grupo de respaldado por Jiménez Portillo, está encabezado por Heydi Josefina Rojas Cuenca, que figura como directora.
Pese al llamado del concurso, Rojas Cuenca, fue asignada como directora sin haber sido la ganadora del concurso, según documentos existentes.
Varios otros allegados a Jiménez Portillo, fueron contratados de manera directa. Esta situación podría comprometer al departamento de recursos humanos de la institución que actualmente volvió a estar a cargo de David Mallorquín, con oscuro antecedentes en la institución, pero que logró retornar cinco años después supuestamente de la mano también de Juliana Jiménez. Es más, este funcionario pretende cobrar sus salarios caídos y estaría a punto de lograr mediante su buena amistad con la presidente del Consejo de Administración.
Para esta guardería que solo figura en papeles, también fue contratada Camila Giovanna Giménez, por supuestamente contar con el perfil adecuado para el cargo. Sin embargo, la misma está cursando recién el primer año de la carrera de nutrición. La joven es hija del fiel amigo de Juliana Jiménez, el camarista Efrén Giménez, vicepresidente primera de la VI Circunscripción.
Cabe destacar que Juliana Jiménez Portillo, se reúne de manera permanente con políticos de varios sectores. Supuestamente es para ubicar dentro del Poder Judicial a varios recomendados. El objetivo de la referida camarista supuestamente es acceder al cargo de fiscal General del Estado y para ello, busca congraciarse con los políticos para de esa manera asegurar sus pretensiones personales.
MALLORQUIN
El que fuera jefe de recursos humanos del Poder Judicial, David Mallorquin, actualmente fue reincorporado a la institución. El citado en su momento incluso incorporó al plantel de funcionarios a nada más y nada menos que su esposa. Luego, se le había realizado un sumario y dejó el Poder Judicial por cinco años para luego retornar con todo, aparentemente con la “bendición” de Jiménez Portillo.
