La actual dirección de la cárcel regional de Ciudad del Este pretende el despeje de la vereda del penal. Para el efecto agotarán todas las instancias, iniciando por la administración municipal, ya que el espacio ocupado por vendedores informales es de dominio público. Además serán instaladas garitas para la vigilancia policial y militar. El objetivo es establecer un área de seguridad que contribuirá para el bienestar de los vecinos del barrio Boquerón.
Una de las casillas está siendo explotada por una mujer de nombre Mercedes, que es madre de Francisco Javier Ramírez Torres, el guardiacárcel detenido en diciembre pasado por disposición del fiscal antinarcóticos Manuel Rojas Rodríguez. El citado, de acuerdo a los datos, era uno de los responsables por el ingreso constante de las drogas dentro del penal. La mujer explota el puesto de venta hace varios años. Se trata de un espacio público, que la administración municipal debe proceder a despejar.
La dirección del penal anunció que agotará dicha instancia y si no se logra el objetivo deseado se recurrirá a la justicia ordinaria. El propósito es buscar los mecanismos necesarios para evitar el ingreso de estupefacientes y bebidas prohibidas. Para garantizar la seguridad en el sector, planean la instalación de garitas de vigilancia permanente. La responsabilidad externa seguirá siendo de los agentes de la Policía Nacional y de efectivos militares.
Otro aspecto que pretenden evitar es el estacionamiento en doble fila en una de las calzadas de la avenida Rogelio Benítez, que pasa frente a la institución penitenciaria. Dicha labor se deberá realizar con participación de la Policía Municipal de Transito.
El traslado de los reos es bastante complicado en la actualidad, por la excesiva cantidad de vehículos estacionados frente al reclusorio.
Los proyectos deben ser concretados en la brevedad, a raíz que el traslado de la cárcel en sus nuevas instalaciones aún no tiene fecha. Es por la falta de conclusión de las obras complementarias.