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Productor reclama resarcimiento por el millonario perjuicio a sus cultivos

Con una enorme frustración, Alicio Domínguez espera el resarcimiento de quienes destruyeron su producción.

A esta altura del año, don Alicio Domínguez (74) debería estar vendiendo sus sandías, melones y otros rubros, pero sus cultivos sufrieron severos daños por los fuertes pesticidas que fueron utilizados en una propiedad colindante donde se planta soja. Según el afectado, unas 3 mil plantas de sandía se echaron a perder, al igual que melones, aguacates y otros rubros, sumándole a eso más de 100 gallinas que también murieron como consecuencia de los efectos del potente agroquímico.

Don Domínguez expresó que solo con las sandías tiene un perjuicio estimado de G. 200 millones. Dijo que buscó conversar con los responsables de la fumigación, pero los mismos se desentienden y ayer volvieron a usar el pesticida en sus cultivos. El hecho fue denunciado, pero en el Ministerio Público no hay avances en la causa, que luego de cuatro meses parada en Presidente Franco fue derivada a la unidad de Medio Ambiente.

Los hechos que afectan a la familia Domínguez ocurrieron en la colonia Pengo San Miguel, distrito de Los Cedrales. El afectado y su familia sindican como responsable al productor Laurí Alfredo Nitsche, quien retiró la barrera vegetal de protección y desvió un camino para ampliar sus cultivos de soja, lo que hizo que el fuerte olor del producto químico llegue a su casa, contaminando todas las plantas y animales de granja, además de causar problemas de salud.

“Mi papá ya estaba enfermo a sus 74 años, pero se mantenía bien. Luego de inhalar esa sustancia tóxica tuvo que ser hospitalizado, estuvo mucho tiempo en el hospital y ahora tiene dificultades respiratorias, se vale de oxígeno, usa pañal. Además, le afecta mucho que toda su producción se perdió y él no tiene ingresos, cuando que en esta época él tenía que estar vendiendo las sandias y melones”, explicó Rosa Domínguez, hija del afectado.

Doña Adelma, esposa de don Alicio, se dedica a la cría y venta de gallinas caseras que eran vendidas en Ciudad del Este. También traía al Mercado de Abasto de CDE las frutas de aguacate que tenían en buena cantidad, pero ahora se quedaron sin nada, porque casi todos los animales murieron y las frutas se achicharraron por los efectos dañinos del pesticida.

Los pesticidas “quemaron” los árboles cuyos frutos eran comercializados en el Mercado de Abasto.

BUSCAN UN ARREGLO AMISTOSO

“Yo quiero hablar con el señor Nitsche, que vea el perjuicio que nos hicieron, esa producción es mi sustento, para costear mis medicamentos, nuestro alimento, todos mis gastos, pero con esta pérdida total de mis cultivos me quedé de manos atadas. Ya se fue mi hija a tratar de hablar con ellos, yo también les pedí que se acerquen, pero no hay apertura de parte de ellos, al contrario, son soberbios y me dicen que haga lo que quiera”, expresó el septuagenario que usa un andador para moverse, luego de las complicaciones en su salud.

Llegó hasta Ciudad del Este con una sandía que compró de su vecino para mostrar como seria su producción si no se echaba a perder por los efectos del agroquímico. “A mis 74 años, ahora compro sandia para consumir, porque mi producción está inutilizada, para mí es muy doloroso todo esto”, insistió.

El hombre refleja una enorme frustración en su rostro, argumentando que toda su vida trabajó con esos rubros para su sustento diario y que, pese a las acciones irregulares de sus vecinos, las instituciones que deben sancionarlos no actúan. Ayer, cuando nuevamente estaban fumigando, Rosa salió a hacer un video y a los pocos minutos la patrullera de la sede policial apareció en el lugar para proteger a los sojeros. Pero cuando la familia Domínguez llamó para que verifiquen los perjuicios en su propiedad, nunca aparecieron.

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