Los integrantes de la Unión de Productores Frutihortícolas de Paraguay lograron un acuerdo que debe aplicarse desde el año 2025 para la provisión de todos los insumos a las empresas ganadoras del programa Hambre Cero, que debe aplicarse en las escuelas públicas. En el Alto Paraná, los productores realizaron bloqueos intermitentes en la ruta PY 02, a la altura de Juan León Mallorquín. Aseguran que con el acuerdo logrado están muy esperanzados de poder colocar los rubros que cultivan a precios de mercado.
Lisandro González, productor del distrito de Yguazú, explicó que sus representantes se reunieron con las autoridades nacionales en Asunción mientras se realizaban bloqueos intermitentes de ruta en Juan León Mallorquín, Juan Manuel Frutos (Pastoreo), La Colmena, desvío Paraguarí y J. Eulogio Estigarribia (Campo 9). Aseguró que el acuerdo logrado les permitirá realizar la venta sin intermediarios, desde febrero del año venidero.
“Se logró un precio fijo y los proveedores del programa van a trabajar directamente con los productores. Van a controlar los supermercados para ver de dónde comprar los rubros frutihortícolas con facturas, guías de traslado y otras exigencias. También se comprometieron en intensificar los controles en el Puente de la Amistad para frenar el contrabando de verduras, frutas y hortalizas”, explicó González.
Además, señaló que el 80% de los ingredientes de los alimentos que se van a servir en las escuelas desde el año 2025, deben ser adquiridos de los productores organizados y señaló que, en el caso de Alto Paraná, la previsión es surtir a 3 municipios como Juan E. O´Leary, Itakyry y Ñacunday, según el plan social que tiene el gobierno Central para la zona.
Los productores de Yguazú, Juan León Mallorquín y de Juan E. O´Leary se juntaron a la altura del Km 263 de la ruta PY 02 para realizar bloqueos intermitentes de 10 a 15 minutos, con carteles y pasacalles con escritos “no al contrabando”, que es un flagelo que prácticamente no les permite colocar sus rubros en los centros de abastecimiento popular y los supermercados.
UN PRECIO DE MERCADO
Lisando González explicó que están trabajando a pérdida, porque ni siquiera logran cubrir el costo de producción, ya que los que compran sus verduras, hortalizas y frutas, lo hacen a precio mínimo, como el caso del locote, que les pagan a G. 2 mil por cada kilo en sus fincas, siendo que el precio para el consumidor final casi llega a los G. 10 mil, según el tipo y la calidad del producto.
“Los precios deben ser estandarizados, esto nos va a beneficiar con la provisión para el almuerzo escolar, de febrero a noviembre, después veremos cómo hacemos entre diciembre y enero. Lo que buscamos es tener un precio real por nuestros productos y que se frene el contrabando para que tengamos competitividad en el mercado”, añadió el labriego.
Muchos de los productores cuentan con infraestructuras como media sombra, invernaderos y otros para tener rubros de calidad, pero la gran mayoría reclama que no reciben la paga acorde al empeño que ponen para entregar verduras y hortalizas de calidad. Insisten para que el Ministerio de Agricultura les dé las herramientas para asegurar la producción y que les abran mercados para la colocación de sus productos, sin intermediarios.