En contexto donde la generación actual de trabajadores valora cada vez más sus derechos y la equidad laboral, los profesionales técnicos y de mandos medios deciden trabajar de forma independiente en lugar de vincularse a fábricas, industrias y empresas tradicionales. Estos profesionales, que invierten tiempo y recursos en su formación, ven desventajas ante la negativa de muchas empresas para remunerar adecuadamente su experiencia y conocimientos técnicos.
Arnulfo Zarza, técnico en informática y emprendedor, señala que muchos de sus colegas prefieren la independencia, pues las empresas no siempre ofrecen el salario ni los beneficios que estos profesionales consideran justos.
“Es habitual que las empresas no cumplan con los beneficios básicos para sus empleados, y en muchos casos no proporcionan las medidas de seguridad necesarias en el lugar de trabajo. Yo dejé mi último trabajo justamente por eso. Estaba desmotivado, me animé a emprender y hoy estoy caminando firme con mi empresa”, explicó. Esto se da más en los mandos medios, quienes completan estudios superiores, certificaciones y capacitaciones, y esperan recibir una compensación que esté a la altura de sus habilidades y conocimientos técnicos.
INDEPENDENCIA LABORAL COMO ALTERNATIVA
Para muchos técnicos e ingenieros la independencia laboral les permite tener un mejor control sobre sus ingresos y hacer respetar sus derechos laborales de una forma que, según ellos, pocas empresas están dispuestas a hacerlo. Estos profesionales pueden decidir sus propias tarifas y elegir los proyectos que valoren su calidad de trabajo.
“Quienes nos formamos en cursos técnicos o en carreras universitarias, aspiramos a una compensación adecuada. Pero en la práctica, las empresas muchas veces solo buscan pagar salario mínimo o un poco más”, añadió. Esto genera que los profesionales técnicos prefieran ofrecer sus servicios de forma independiente, a través de contratos temporales o como consultores, permitiéndoles acceder a ingresos superiores y disponer su carga laboral.
SEGURIDAD
En sectores como el de las maquilas y fábricas de ensamblaje, las exigencias son mayores debido a los riesgos de sus actividades. Para que estos lugares de trabajo operen legalmente, deben estar habilitados por el Viceministerio de Empleo, lo cual incluye la necesidad de contar con técnicos en seguridad industrial acreditados. Los profesionales que se desempeñan en estas áreas deben contar con carnets de categorías A, B o C, otorgados en función de su formación específica en seguridad industrial.
Este tipo de acreditación, que requiere constante actualización y capacitación, es vista por los profesionales como una inversión de tiempo y recursos. Sin embargo, la remuneración ofrecida en estos sectores industriales no siempre se equipara al esfuerzo y la especialización de quienes poseen esta habilitación.
DEFENSA DE DERECHOS LABORALES
La actual generación de trabajadores técnicos prioriza mejores ingresos, la seguridad laboral y el respeto por los derechos laborales básicos. Más allá del trabajo de oficina que muchas veces buscan, estos profesionales están decididos a hacer valer sus derechos en temas como la seguridad, el pago de horas extra y la cobertura de seguro, áreas donde muchas empresas aún presentan deficiencias. Zarza destaca que esta mentalidad refleja un cambio en el mercado laboral. «Hoy en día, los técnicos capacitados no solo buscan un salario, sino que exigen condiciones laborales dignas y acordes a la ley, algo que nosotros dejamos pasar por mucho tiempo”, apuntó.
La independencia laboral ofrece a estos profesionales la oportunidad de construir su propia carrera, ajustando sus tarifas y trabajando en proyectos que valoren sus conocimientos, mientras, no se atan a horarios específicos, evitan los problemas laborales y la falta de condiciones adecuadas.