Finalmente fue destituido el impresentable seccionalero Benjazmín, de la dirección de la cárcel regional esteña, cargo al cual, dicho sea de paso, nunca debió haber ascendido. Hay que tomar en serio de una vez por todas este tipo de funciones delicadas, que deben dejar de ser “botín de guerra” de los colo´o de turno. ¡Basta de seccionaleros, señores!
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Benjazmín asumió en enero del año pasado y desde el día uno ya demostró su total incompetencia para el cargo. Sin embargo, permitieron que continúe, lo cual significó arco libre para el ingreso de drogas, alcohol, celulares, mujeres, etc., al penal esteño, al punto que el ministro anunció que cerraría definitivamente la penitenciaría, debido a la incontrolable corrupción. ¡Hasta qué punto llegamos, che!
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El proyecto Hambre Cero sigue dando que hablar; ahora trascendió que una empresa encargada de ofrecer alimentación a los niños paga un sueldo de hambre a sus empleadas. En uno de los casos, las víctimas son obligadas a trabajar desde las 6:30h hasta las 15h por un “salario” de menos de 2 millones de guaraníes. ¡Pea la explotación y no macana!
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Finalmente la “mafia de los libros” tuvo que recular y desistir de obligar a los padres de familia a comprar textos didácticos elaborados por ellos y que venden a precios infladísimos a la gente, mientras rechazan los libros del MEC. Menos mal que algunos se animaron a denunciar este esquema corrupto que estaba enriqueciendo a unos cuantos sinvergüenzas. ¡Todo vale para facturar, chamigo!