En nuestro país, la ju$ticia es tan pusilánime, inútil y vendida, que cualquiera cree que pueda manipularla a su antojo. Al parecer sería el caso de los Osman, quienes vendieron las acciones de sus empresas, luego se dieron cuenta que hicieron mal negocio e intentaron revertir con denuncias falsas contra sus ex socios comerciales. ¡Linda estrategia, che!
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Ya se abrieron dos carpetas fiscales con relación al caso y en ambos procesos los acusados fueron sobreseídos y las acciones extintas, sin embargo, los Osman insisten y ahora amenazan y presionan a medio mundo con denuncias ante el JEM y hasta exigen juicio político para ministros de la Corte, por ese caso traído de los pelos. ¡Ñande loco páma!
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Fuerte “tiroteo verbal” hay entre el intendente de Naranjal “Dudú” Schafrath y una concejal departamental, quien denunció irregularidades en la entrega del almuerzo escolar. Definitivamente, este tema de los alimentos para los niños ya cansa, llevando en cuenta la cantidad de denuncias existentes y la incapacidad de los jefes comunales de velar por un buen servicio. Y después se llenan la boca diciendo que los niños “son el futuro de la patria”. ¡Hipócritas!
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En Franco, por ejemplo, los chicos incluso tiraron a la basura la comida ofrecida por la empresa Copacabana, que según la nutricionista de la municipalidad, es un “manjar de los Dioses”. Un padre de familia comentó que ese poroto recalentado con carne dura, caldo aguado y sabor a nada, ni siquiera en la cárcel le sirven a los internos. ¡Ipora nde manjar!
