Paraguay es un país donde el “castigo moral” es muy importante para desalentar hechos de corrupción. Tal es el caso de los gerentes corruptos de la Itaipu, que manipularon el concurso selectivo para contratar nuevos funcionarios en la entidad, para favorecer a algunos “privilegiados” abdistas. Lamentablemente, la IB no informa los nombres de los desafectados, por lo que éstos tranquilamente pueden volver a aparecer en algún otro ente del Estado, como si nada. ¡Piipuu!
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Cada año, CDE recibe una ponchada de plata del Fonacide, sin embargo, los resultados no están a la vista. La escuela Santa Catalina del barrio Ciudad Nueva por ejemplo, se encuentra en deplorables condiciones y hace seis años no recibe obras de ninguna clase. A ver si Prieto se pone las pilas, se deja de joder con los arreglitos navideños y se pone a trabajar. ¡Que tekoreí!
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Los transportistas chatarreros de CDE ya están cobrando a full los 5 mil guaraníes, gracias al “regalote” de fin de año de los concejales y el intendente. Pero los usuarios reclaman, ya que no se observa ninguna mejoría en el servicio, ni siquiera los horarios cumplen y la gente debe esperar por horas para llegar a destino. ¡Mal de nunca acabar, este tema!
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Hablando de tekoreí, el otro día criticaron duramente al intendente Roque Godoy, de Franco, porque el municipio está siempre “a oscuras”, inclusive la plaza ubicada frente mismo a la municipalidad, convirtiendo a la ciudad en un “tugurio”, lo cual lógicamente conviene a los motochorros que deambulan todas las noches por la comunidad. ¡Nde sapatúre!
