El archi conocido agitador social y senador electo por Cruzada Nacional sigue coleccionando condenas. Ahora ligó una pena de 10 años por aquel violento asalto a una familia en Itakyry, donde incitó a indígenas a cometer todo tipo de barbaridades. Y conste que a Mbururú aún le falta el juzgamiento por el caso más grave, el abuso sexual de una menor. ¡Ipora nde senador!
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Así como los políticos deberían de hacer un mea culpa diariamente por sus trapisondas, también la propia ciudadanía necesita reflexionar sobre la aberrante elección que se hizo en abril último. Y no nos referimos siquiera al Ejecutivo, sino a senadores y diputados que nuevamente ocuparon curules en el Congreso, de la mano de partidos como Cruzada Nacional y que hoy están mostrando su “verdadero rostro”. ¡La próxima hay que analizar un poco mejor antes de votar, señores!
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Es increíble el egoísmo de la gente. En una zona del barrio Ciudad Nueva, una familia está decidida a frenar una obra de alcantarillado, con el “argumento” que la canaleta se va llenar de basura y que su terreno se va a desvalorizar. Que a los otros vecinos en cada lluvia les entre agua a sus casas y que la calle se inunde, eso no les importa. ¡Que notable, che!
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Al fin una buena del gobierno; limpiar a Tacumbú de los criminales del Clan Rotela fue una tarea urgente e impostergable. Esperemos que de ahora en más, el Estado vele por la seguridad en las cárceles y no permita que vuelvan a ser tomadas por los mafiosos. Lamentablemente, el propio ministro Barchini ya reconoció que “el 80% del personal carcelario es corrupto”. Así es difícil lograr resultados.
