Realmente tocamos fondo; decepcionados por la falta de respuestas de la muni, algunos vecinos del barrio Obrero de CDE decidieron “bachear” sus propias calles y es probable que moradores de otras zonas donde las calles están en calamitoso estado, hagan lo mismo. Mientras, en la muni se ufanan de la dichosa planta asfáltica, que no se sabe para qué sigue operando, si no hay resultados. ¡Que notable, che!
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El problema con esos bacheos rudimentarios vecinales es que, lógicamente, la gente no tiene los materiales adecuados y usan cemento común, que no es muy resistente y pronto se acaba rompiendo de nuevo. Además, las señalizaciones usadas para delimitar los trabajos no tienen reflectores y de noche no se visualizan, constituyendo trampas mortales para los automovilistas. Y todo esto, gracias a la desidia de una municipalidad que recauda millones mensualmente. ¡Nde sapatúre!
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Al menos este año la Itaipu acertó y no habilitó la playa de la costanera Tacurú Pucú en pleno invierno, como solían hacerlo en el gobierno anterior. El primer fin de semana miles de personas acudieron a la playa para escapar del sofocante calor, señal de que necesitamos este tipo de lugares, en donde las familias puedan acudir para refrescarse sanamente. Ojalá cada año sea así, señores.
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La gente sigue esperando – en vano – que el bachiller Elías Martín, “asesor” de su mami, la diputada Roya Torres, renuncie al fato de casi 10 palos en el Congreso. Pero que se saquen de la cabeza, el vice Alliana ya “decretó” que ellos pueden contratar a todos sus parientes, con sueldos millonarios y ninguna aptitud para los cargos; eso no es nepotismo, sino se le llama el “derecho adquirido del político ganador de elecciones”, según Alliana. ¡Estamos todos locos!