Hace algunas semanas, nuestro medio publicó la situación de la escuela San Antonio de Laguna Kare, en el distrito de Itakyry, donde pese a la existencia de un baño moderno, los alumnos debían utilizar la letrina para hacer sus necesidades. Esta situación se daba por la falta de energía eléctrica, que a su vez impedía utilizar el motor de agua para acceder al vital líquido. La comunidad educativa exigía la provisión de un transformador, que finalmente se instaló en el lugar, sólo que el aparato en cuestión habría sido “arrancado” de una comunidad aledaña, que a su vez enfrenta ahora el mismo drama.
Los integrantes de la comunidad educativa habían comentado que la mayor parte de la semana la institución permanecía sin energía eléctrica, lo que impedía que puedan utilizar el motor de agua.
Pobladores de la zona contactaron con nuestro medio, comunicando que luego de las publicaciones, el transformador fue instalado en las inmediaciones de la escuela San Antonio, brindando de esta manera un alivio a los docentes, padres y alumnos del lugar.
Si bien la situación en la institución mejoró de cierta manera, ya que ahora los cortes de energía son menos constantes y prolongados, los vecinos denunciaron que el transformador instalado no es un aparato nuevo y mucho menos fue trasladado a la zona exclusivamente para su uso en la escuela, sino que se trata de un convertidor viejo que era utilizado en otra parte de la región.
Grande fue el asombro cuando descubrieron que el artefacto fue simplemente “mudado” de apenas unos metros para instalarse en el lugar, lo que terminó afectando a la comunidad vecina. Con esta acción, ahora los afectados son los residentes de una zona de la comunidad Laguna Kare, distante a apenas 300 metros de la escuela.
En otras palabras, sacaron el artefacto de un lugar donde cumplía una función, para paliar a otra de igual o mayor impacto, es decir, trasladaron de lugar el problema de la energía eléctrica.
Según denunciaron, el aparato fue “arrancado” del lugar e instalado rápidamente en frente a la escuela San Antonio, apenas unos días después de la publicación, pero recién hace algunos días pudieron confirmar el dato. El trabajo habría realizado personal de la empresa contratista de la Administración Nacional de Energía, pero de desconoce si hicieron figurar como compra de un “nuevo” motor o simplemente el traslado del mismo.
Alrededor de 50 familias residen en la zona y se ven directamente afectadas por estos cambios, que son utilizados como simple “pantallas”, dando la impresión de estar “solucionando” todos los reclamos ciudadanos. Una de las moradoras del lugar afirmó que ahora el problema de la escuela se trasladó a sus hogares, ya que el sistema no tiene la capacidad para abastecer todas las viviendas y los cortes de energía ahora son permanentes en las casas involucradas.
La institución está compuesta por unos 50 alumnos desde el primero hasta el sexto grado, todos oriundos de las viviendas aledañas. Consta de tres aulas, una de las cuales es utilizada para la preparación de los alimentos y comedor, mientras que las dos restantes se dividen entre los estudiantes del primero al sexto grado.
