
El reciente aumento del salario mínimo en Paraguay genera debate sobre su verdadero impacto en los trabajadores. El economista Diego López, quien además lidera el análisis del Índice de Precios al Consumidor en Ciudad del Este junto a estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Este, reconoció que, si bien el aumento es muy bajo, trae beneficios a los trabajadores.
“El ajuste del salario mínimo es una respuesta necesaria al incremento del costo de vida que experimentamos este año”, explica López. “Si bien esta medida busca equilibrar los ingresos de los trabajadores con los gastos que enfrentan, no todos se benefician de la misma manera. Hay sectores que verán una mejora en su poder adquisitivo, mientras que otros, particularmente aquellos que ni siquiera perciben el salario mínimo, seguirán enfrentando dificultades económicas”, apuntó.
López subrayó que la inflación es un fenómeno recurrente que afecta anualmente a la economía. “Cada año enfrentamos una inflación que impacta en el poder adquisitivo de los trabajadores. El incremento del salario mínimo, aunque no sea una solución completa, ayuda a mitigar estos efectos y evita que los trabajadores pierdan aún más terreno frente al aumento del costo de vida”, afirma.
El economista también destaca que el reajuste puede tener un impacto positivo en el ingreso neto de los trabajadores, aunque sea modesto. “Es cierto que, aunque el aumento sea pequeño, representa un ingreso adicional para los obreros. Sin este ajuste, su situación sería aún más precaria, ya que enfrentarían una mayor pérdida de poder adquisitivo”.

AL AUMENTO DE PRECIOS
López analizó los diversos factores que influyen en el aumento de precios, destacando el papel que juega el reajuste del salario mínimo. “El incremento del pago mínimo puede contribuir al aumento de precios en ciertos sectores, ya que los costos laborales más altos pueden ser trasladados a los consumidores”, puntualiza.
El economista abordó la situación de aquellos trabajadores que no perciben el salario mínimo. “Hay un grupo significativo de personas que no llegan a recibir ni siquiera el salario mínimo, y esto genera una serie de complicaciones adicionales. Estos trabajadores enfrentan una doble desventaja: un bajo ingreso y una mayor vulnerabilidad frente al aumento del costo de vida”, explica.
En cuanto a las perspectivas a futuro, López advierte que es necesario mantener un monitoreo constante de la inflación y los ajustes salariales. “No podemos escapar de la inflación, pero podemos implementar medidas que ayuden a los trabajadores a enfrentarla de manera más efectiva. Es fundamental que las políticas salariales consideren no solo el aumento del costo de vida, sino también la realidad de aquellos que se encuentran en los niveles más bajos de la escala salarial”, concluye.
En el Paraguay, un total de 1.162.843 trabajadores son asalariados, tanto en el sector privado como en el público y empleo doméstico. Sólo el 17,1% (282.936) del total de trabajadores asalariados percibe un salario equivalente al salario mínimo legal vigente, mientras que aproximadamente el 41,5% (604.164) percibe un pago menor.