Desde el pasado viernes, con la llegada de un contingente de refuerzo de 200 agentes y la presencia de la más alta cúpula de la Policía Nacional, se ha logrado restaurar la paz y el orden en la zona Este. Esto evidencia que con un aumento en el número de efectivos, es plenamente factible brindar seguridad a Ciudad del Este y al Alto Paraná. Sin embargo, este éxito temporal nos insta a reflexionar sobre la presencia de agentes improductivos o corruptos en el departamento, quienes deben ser alcanzados por la anunciada «reingeniería» propuesta por el comandante policial, si se busca mantener los efectos positivos a largo plazo en la seguridad ciudadana.
El empresario Said Taigen, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios de CDE, expresó en una manifestación reciente que con 200 efectivos adicionales, la capital departamental y su área metropolitana pueden ser resguardadas de manera eficiente por la Policía Nacional. No obstante, la senadora Yolanda Paredes previamente había señalado la preocupación por la cantidad de agentes que destinan su tiempo a «guardias privadas», en lugar de patrullar las calles o investigar los delitos.
Es importante destacar que dos departamentos policiales son objeto de críticas: el de Investigaciones de Delitos, con unos 180 agentes en Alto Paraná, cuyo trabajo es poco visible; y el Grupo Especial de Operaciones, que también cuenta con un importante contingente en la región pero cuya función específica no está clara. Lo que sí es sabido es que estos agentes son usados principalmente para hacer guardias privadas, lo cual le genera ingresos extra a los efectivos y a los superiores, en detrimento de los intereses ciudadanos. La primera dependencia es encabezada por el Crio. Ppal. Wilfrido Maldonado, mientras que el GEO está bajo el mando del Crio. Ppal. Juan Valdéz.
Paralelamente, la mayoría de las denuncias por corrupción involucran a agentes de estas dependencias policiales. Hay que recordar que recientemente el agente Isabelino “Pindú” Espínola, de Investigaciones, fue trasladado a la capital del país y sumariado por Asuntos Internos, acusado de ser informante de bandas delictivas, incluso la que cometió el mega atraco en perjuicio de la Asociación de Trabajadores Cambistas de CDE.
El comandante de Policía, Crio. Gral. Dtor. Carlos Benítez, había anunciado una reestructuración de los recursos humanos en Alto Paraná y prometió atender de cerca los casos de corrupción dentro de la institución. Es esencial que estas promesas sean cumplidas para evitar reproducir las mismas problemáticas.
BUEN COMPORTAMIENTO, MIENTRAS ESTÁ PRESENTE EL COMANDANTE
Informaciones internas de la Policía indican que mientras el comandante de Policía y la plana mayor de la institución permanezcan en Alto Paraná, es probable que todos los agentes mantengan un comportamiento adecuado y busquen desempeñar su labor de la mejor manera posible. Sin embargo, existe la preocupación de que una vez que los jefes policiales regresen a la capital del país, los agentes corruptos, inoperantes y negligentes, retomen sus antiguas conductas, lo que podría resultar en un aumento significativo de los índices de criminalidad.
Para prevenir esta situación, es fundamental erradicar a los elementos corruptos de la Policía, optimizar la distribución de los recursos humanos y aumentar la presencia de personal operativo en las calles, en detrimento de aquellos asignados a labores administrativas en las oficinas.