Ya en horas de la tarde del sábado último, se informó que las 4 mujeres embarazadas que formaban parte de los 185 funcionarios descontratados de la Itaipú Binacional, fueron reincorporadas en la institución, según confirmó el vocero del grupo de desvinculados, el joven abogado Luis Riveros, que también integra la lista de los “expulsados”. Con esta medida, los directivos de la Itaipú Binacional admiten abiertamente que la destitución masiva de los funcionarios se ejecutó de manera arbitraria e insensible, ya que ni siquiera se dignaron en solicitar informes al departamento de Recursos Humanos para saber quiénes estaban en el marco de la ley, como el caso de estas embrazadas, que por ley no tienen ni deben ser despedidas durante la gestación.
En esta lista también se encuentra una funcionaria que estaba en periodo de lactancia. Igualmente, Riveros informó que lograron que una de las embarazadas diera a luz en la Fundación Tesãi, seguro con que cuentan los funcionarios y que está cubierto por la binacional. “No voy a hablar de su estado, una criatura que vino al mundo de manera prematura y que ahora tiene unos 187 padrinos. Estamos rezando y luchando”, aseveró el ahora dirigente de los descontratados.
De acuerdo a los antecedentes, el pasado 11 de octubre, el director paraguayo de la Itaipú Binacional, Justo “Lucho” Zacarías Irún, anuló el contrato de funcionarios que ingresaron con la convocatoria del proceso selectivo externo (PSE) 2023 y anunció cambios en el reglamento para el concurso. Un total de 17.700 compatriotas se habían postulado al concurso en abril de este año. De estos, quedaron poco más de 14 mil postulantes y de entre estos, fueron confirmados en diferentes cargos 187 funcionarios de 220 vacancias que fueron habilitadas para el efecto.
Según Zacarías Irún, todo el concurso estuvo viciado desde el inicio y aseguró que el objetivo que tienen es garantizar la transparencia en los futuros concursos, medida calificada por los descontratados como inhumana, arbitraria, injusta y muy lejos de tener intenciones de querer transparentar el proceso, sino más bien es para ir acomodando a los operadores políticos a quienes se les prometió un puesto de trabajo y quienes serían los pocos que estarán mejor, tal como prometió el presidente Santiago Peña.
