La cárcel regional tiene capacidad para albergar a 1500 internos. En cada celda fueron construidas 4 camas de cemento armado y sanitario. Inclusive, se menciona que existen dependencias exclusivas para reos considerados peligrosos y aquellos que presentan malas conductas. Los mismos permanecerán aislados, pero podrán salir una hora por día en el patio para solearse.
Los enchufes para energía eléctrica fueron eliminados de las celdas. Supuestamente con el propósito de evitar el uso de teléfonos celulares y otros aparatos para la comunicación externa. En ese aspecto, de acuerdo a los datos, la queja será mayor por parte de los reos, a raíz que muchos de ellos cuentan con comodidades como heladera, microondas, cocina eléctrica, entre otros.
La decisión adoptada por el Ministerio de Justicia no es del agrado de los actuales ocupantes de la cárcel regional, según se menciona. Se teme que haya amotinamiento en el momento del traslado, a raíz de que en la actualidad los internos son los que manejan varias dependencias, con la explotación de cantinas e inclusive la venta de productos prohibidos como bebidas alcohólicas, drogas y cargas para llamadas a través de teléfonos móviles.
La construcción de la cárcel regional ya fue concluida, pero hasta el momento no se prevé la culminación de las dependencias complementarias como sede de la Policía Nacional, puesto médico y el acceso para todo tiempo.
La cartera de Estado que administra las instituciones penitenciarias está adiestrando a unos 80 nuevos agentes. Algunos de ellos prestarán servicios en el Alto Paraná, según trascendió.