La llamativa desidia de un Juzgado de Ejecución Penal evita la libertad de varios reclusos que ya compurgaron totalmente sus penas. Dos de ellos doblaron la sentencia y claman la rápida atención de los administradores de la justicia. Uno es Adrián Gustavo Villalba, sentenciado a 2 años de pena carcelaria por hecho de hurto ocurrido en el 2017 en la localidad de Luque, departamento Central.
La causa está individualizada con el Nº 631/17 y la pena fue aplicada por un tribunal de sentencia de Central. Adrián Gustavo Villalba fue condenado a 2 años de pena privativa de libertad. Contó como representante legal a la defensora pública Inés Arce Rolandi.
Estuvo recluido en la cárcel de Encarnación, pero hace varios meses fue remitido a la penitenciaría regional de Ciudad del Este. El encausado nació en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, el 25 de agosto de 1994, de acuerdo a sus expresiones. Todo indica que carece de documentaciones.
La juez de ejecución penal del tercer turno de Asunción, Sandra Patricia Silvero, figura como la magistrada encargada de la causa. Sin embargo, el reo ya dobló la pena impuesta y aún sigue privado de su libertad en la cárcel de Ciudad del Este.
Igual situación estaba atravesando Carlos Hernando Martínez Bogado, sentenciado a 1 año y 6 meses de cárcel. Fue por delitos contra el medio ambiente, según la causa Nº 2304/20. De acuerdo al A.I. Nº 2080/21, la pena aplicada fue de 1 año y 6 meses, pero recién ayer pudo recuperar la libertad. Casi dobló la sentencia establecida en primera instancia. La misma juez de ejecución penal Sandra Patricia Silvero, figura como la magistrada responsable.
La cárcel regional de Ciudad del Este está repleta de reos que ya compurgaron la pena y que no pueden salir por la desidia de sus representantes legales y de los Juzgados de Ejecución. Esta situación crea el hacinamiento de las instituciones penitenciarias del país. En la cárcel regional actualmente están recluidas 1.590 personas.