Cuatro hermanos, cuyas edades van entre meses de vida y cinco años, fueron rescatados de un inquilinato en el barrio Obrero de Ciudad del Este, durante un procedimiento realizado por el Ministerio Público, la Consejería Municipal de la Niñez y la Adolescencia y la Defensoría de la Niñez. La madre, adicta a las drogas, fue denunciada de actuar con suma violencia contra los chicos, que ni siquiera están escolarizados.
La fiscal de la unidad especializada de lucha contra la violencia infantil, Vivian Coronel, encabezó el operativo y aseguró que tuvieron que recurrir a la fuerza pública, porque la mujer se resistió a abrir la puerta del sitio donde estaba con sus hijos. Una pequeña habitación de 3 x 3 metros, llena de mugre, comida en descomposición y todo tipo de harapos, era el escenario encontrado.
“Encontramos un descuido total, condiciones de vida muy precarias, falta de cuidados en los niños, una habitación pequeña, maloliente, ropas sucias, una sola cama para cuatro niños y la madre, sin servicios básicos, es lamentable. Así como vemos, consideramos que los niños no están escolarizados, pero ya pedimos informes al Ministerio de Educación”, explicó la fiscal interviniente.
Los vecinos han denunciado que la mujer es demasiado violenta con los pequeños y que no permite la intervención de terceros que quieren rescatar a las criaturas cuando ella descarga su ira contra ellos. Se supo que el pequeño de 3 años fue severamente golpeado semanas atrás por la madre, que debido a su carácter violento y el consumo de sustancias estupefacientes hace que siempre sean expulsados de los sitios donde pernoctan.
NIÑOS CON HONGOS Y PROBLEMAS RESPIRATORIOS
Al menos dos de los cuatro niños rescatados fueron llevados al Hospital Regional por recomendación del médico forense, ya que tenían muchos hongos en el cuerpo y problemas respiratorios muy severos. La fiscal Vivian Coronel hizo constar en su acta de intervención que al momento del procedimiento había bajas temperaturas y una torrencial lluvia, pero los menores estaban semidesnudos recorriendo el lugar, hasta que fueron encerrados por su madre.
Con la intervención de la Defensoría de la Niñez, los demás pequeños fueron llevados a un hogar transitorio, hasta que aparezca algún familiar que se haga cargo de ellos. También se dispuso la búsqueda de los padres de los niños. La madre se expone a un proceso penal por violación al deber del cuidado.
De acuerdo a los antecedentes entregados por las funcionarias de Codeni, en más de una ocasión se había realizado la denuncia contra la mujer, precisamente, por la violencia contra los pequeños. Reclamaron que la Fiscalía fue llamada en otras ocasiones, pero siempre ponía excusas para no acudir.
La fiscal Coronel se justificó diciendo que la mujer era prácticamente nómada, porque cambiaba con frecuencia de domicilio. No obstante, los vecinos del barrio Obrero también reclamaron que no eran atendidos por la Policía Nacional, ya que muchas veces recurrieron al Sistema 911 para denunciar los severos maltratos físicos a los que sometía a sus hijos, sin que nadie tomara ninguna acción.