La seguidilla de robos de medidores de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay está generando perjuicios al ente y a los usuarios que quedan sin la provisión del vital líquido. Según fuentes de la institución, los robos se dan principalmente en el barrio Pablo Rojas y en algunos puntos del microcentro de Ciudad del Este.
Wilson Franco, jefe regional de Essap en CDE, indicó que tienen informaciones de 1 a 2 casos por día, pero ya hubo una ocasión en que se robaron cuatro medidores en el barrio Pablo Rojas, donde se concentra la mayor cantidad de usuarios perjudicados. Los medidores son sustraídos principalmente por el cobre que tienen, que los ladrones vender a precios irrisorios a los reducidores, que finalmente son los que sacan mayor rédito.
“Lo que se roban son los medidores de hierro, que tiene el cobre entre sus componentes, hay dos clases, el de ¾ y el de una pulgada. Este último si roban, lleva casi un día para reponer, porque tiene un seguro que desarman y se debe romper el piso para volver a colocar, es una pérdida de tiempo y un perjuicio para el usuario”, explicó Franco.
Los robos son perpetrados por adictos que aprovechan la oscuridad de la noche. La semana pasada fueron detenidos al menos dos personas por agentes de la Comisaría 1ra, pero los mismos no revelaron dónde reducen los medidores, según explicó el titular de la Essap, que pidió una mayor investigación de parte de los uniformados.
Los sitios donde se roban los hidrómetros con mayor frecuencia son en la zona comercial de la avenida Rgto. Sauce, el barrio Pablo Rojas, en la avenida Adrián Jara y en otros puntos donde hay restaurantes, hoteles y locales que requieren todo tiempo del agua para brindar sus servicios.
LOS MEDIDORES DE PLÁSTICO
La Essap tuvo que recurrir a los medidores de plástico para disminuir los robos y de alguna manera hizo que cesaran por un tiempo, pero son equipos obsoletos. La reposición de un medidor de metal cuesta G. 180 mil, que es costeado en un 50% por el usuario y lo demás por el ente estatal.
Al respecto, Wilson Franco explicó que tuvieron inconvenientes porque una vez que los ladrones rompen las conexiones y encuentran el medidor de plástico, también generan un perjuicio al usuario, porque el agua se desperdicia y no llega con la presión deseada.
POCOS HIDRÓMETROS DISPONIBLES
Con cada robo de medidor, el cliente debe realizar una denuncia ante la comisaría y llevar el documento a la oficina de la Essap para la reposición del equipo. Hay casos donde se reconectan los medidores y en uno o dos días, son robados nuevamente.
El jefe regional del ente dijo que el robo de medidores es un flagelo que se tiene en la capital del país y las cabeceras departamentales, por lo que no se cuenta con equipos disponibles, en la medida de lo necesario. En Asunción y alrededores, suelen robar en mayores cantidades y la reposición de los equipos se centra en esa zona.
“Si ahora se denuncia un caso, no contamos con medidores disponibles, pedimos a la oficina central y esperamos que nos envíen. Nosotros tenemos 1500 usuarios en Ciudad del Este y lamentablemente la mayoría ya fue perjudicada con la sustracción de sus medidores”, añadió Franco.
