Finalmente llegó el anhelado día y el pequeño Santino ingresó a quirófano para recibir el trasplante de hígado en Argentina, lo que marca un antes y un después en su historia de lucha por sobrevivir. Su madre fue la donante a pesar de no ser compatible, por lo que se constituyó en una compleja intervención que solo pudo ser realizada en el Hospital Pediátrico Garrahan, en Buenos Aires. A la prolongada cirugía de Santino deben sumarse otras 72 horas para evaluar si hay rechazo o no de su organismo al nuevo hígado.
Tras una dura batalla de 2 años clamando atención médica especializada para su hijo, que únicamente era posible en Buenos Aires, Argentina, en la víspera se vivió la gran emoción del ingreso al quirófano de Santino, de tan solo 2 años. La intervención fue un éxito, pero se debe aguardar la evolución en los próximos días.
La cirugía es considerada de alta complejidad, teniendo en cuenta que no hay compatibilidad entre madre e hijo, pero para salvar la vida del pequeño, el hospital realiza una intervención aplicando métodos antirrechazo en el organismo. Es el único hospital en América Latina altamente capacitado para esta misión.
PLAZO DE 72 HORAS
Una vez intervenida, la madre de Santino fue derivada de inmediato a sala de terapia intensiva para una rápida evolución. En tanto, su pequeño hijo recibía el órgano en una larga y delicada cirugía con un equipo multidisciplinario del hospital referencia. Al concluir, hay un plazo sensible, una espera de 72 horas para que el hígado empiece a funcionar.
“El plazo de espera para que ya funcione el órgano sin problemas es de 72 horas, pero podrían existir complicaciones. En caso que exista un rechazo, mi hijo ingresa en la lista de carácter de urgencia de Emergencia Nacional, para ser beneficiario de un hígado de donante cadavérico”, explicó la madre Natalia Martínez.
APOYO DE COMPATRIOTAS
La causa de Santino trascendió fronteras y la ayuda llegó desde diferentes países donde se encuentran los compatriotas. Desde su arribo a Argentina, la familia recibe el acompañamiento de paraguayos residentes en Buenos Aires. “A Dios gracias el paraguayo es muy solidario, no estamos solos, aquí nos acompañan nuestras paisanas, estamos sostenidos en este momento por nuestros compatriotas”, contó la madre.
Natalia agradeció el gran gesto de empatía de todos y con esperanza declaró que saldrán victoriosos en esta lucha emblemática que sostuvo, acudiendo a todos los estamentos para ser oída y salvar a su pequeño.
