Un sargento de la Policía de Misiones, Argentina, permanece internado en el Hospital Madariaga en estado crítico, luego de ser brutalmente agredido por un grupo de más de 20 personas en el barrio Piedras Blancas de Garupá. El violento episodio ocurrió la noche del lunes, durante un operativo en el que los efectivos intentaban detener a un joven acusado de robo.
De acuerdo con fuentes policiales, los hechos se desencadenaron alrededor de las 19:30 cuando una mujer denunció a un patrullero que recorría la zona que había sido víctima de un robo. La denunciante señaló como autor del hecho a un vecino de 24 años, quien supuestamente le había sustraído un ventilador.
Los dos policías a bordo de la patrulla comenzaron la búsqueda del sospechoso y lo localizaron minutos después en la intersección de las calles Polaco Goyeneche y Estela Rava. En ese momento, el hombre tenía en su poder el objeto que habría sido robado. Procedieron entonces a su detención, pero la situación rápidamente se descontroló.
Mientras los uniformados intentaban arrestar al joven, fueron rodeados por familiares y amigos del aprehendido, quienes, armados con palos y otros objetos, exigieron la liberación inmediata del detenido. Ante la negativa de los policías, el grupo pasó de las palabras a la agresión física.
El sargento recibió múltiples golpes de puños, patadas y palos, lo que provocó que perdiera el conocimiento. Su compañero logró, a pesar de la violenta situación, asegurar la detención del sospechoso y trasladar de urgencia al sargento inconsciente al Hospital Madariaga.
Fuentes médicas informaron que el sargento recobró la consciencia, pero su estado sigue siendo crítico. Presenta pérdida de memoria debido a los graves golpes en la cabeza, lo que complica su recuperación.
El joven de 24 años fue alojado en la comisaría local y quedó a disposición de la justicia. En tanto, la Policía continúa trabajando para identificar a los familiares y amigos que participaron en el ataque contra los dos efectivos. Refuerzos policiales fueron enviados al lugar de los hechos para controlar la situación y evitar nuevos disturbios.