Mientras la criminalidad se fortalece, utilizando tecnología de punta, vehículos de alta gama y armamentos pesados, el Ministerio Público está en la edad de la piedra, sin recursos para absolutamente nada, pues hasta el momento no se aprobó la ampliación presupuestaria que solicitaron. En el Alto Paraná el panorama no es diferente y la sede de la Fiscalía de Ciudad del Este en cualquier momento se puede venir abajo por falta de mantenimiento.
La sede del Ministerio Público en Ciudad del Este presenta un panorama desolador, cielorrasos a punto de caer, vidrios rotos, sistemas eléctricos totalmente estropeados, hasta si se quiere con conexiones precarias, paredes rajadas con las pinturas agrietadas con el paso del tiempo, son algunas de las escenas con las que se topan a diario agentes fiscales, profesionales y funcionarios de la institución.
El local de la Fiscalía de Ciudad del Este fue cedido por Itaipú Binacional hace varias décadas y desde entonces nunca pasó por mantenimientos. A la fecha el aspecto que presenta es de un local totalmente abandonado. Sin embargo, no hay indicios de alguna reparación porque la institución, representante de la sociedad, no dispone de presupuesto ni para pagar las fotocopias.
SIN MÓVILES NI COMBUSTIBLES
La diferencia en logística entre el crimen organizado y la Fiscalía es abismal. Al respecto el fiscal adjunto en Alto Paraná, Jorge Sosa, dijo que están sin recursos para combustibles, para la reparación de las camionetas con problemas mecánicos y menos para el traslado a lugares más alejados o encomendar procedimientos técnicos para coadyuvar en la investigación.
“Estamos con limitaciones presupuestarias, lo que nos otorgaron no satisface todas las necesidades. Mientras el aumento de la criminalidad es imparable, la institución que debe perseguirlos está sin recursos financieros. Muchos fiscales del Alto Paraná han indicado que pagan de sus recursos la limpieza de sus oficinas, las copias de los expedientes, el envío de informes a las demás dependencias y todo lo que conlleve un costo, porque la institución está literalmente en bancarrota”, se sinceró.
El Fiscal General del Estado, Emiliano Rolón, envió un mensaje a los fiscales de todo el país indicando que las limitaciones presupuestarias están haciendo que varios representantes de la sociedad renuncien y hasta el momento no han conseguido tener el número ideal de representantes de la sociedad. Tanto es así que en todo el país solo hay 300 agentes fiscales, muchos de ellos sin la cantidad suficiente de funcionarios ni infraestructura para realizar la tarea.
UN COMPROMISO DE ITAIPÚ
El fiscal adjunto del Alto Paraná, Jorge Sosa, dijo que tienen un compromiso de Itaipú Binacional de realizar una mejora integral en la sede de la Fiscalía de Ciudad del Este, pero para eso es necesaria la titulación de inmueble a favor del Ministerio Público. Es decir que la desidia fue tanta que nunca realizaron ese trámite esencial, todos los fiscales adjuntos y fiscales generales que estuvieron al frente de la institución.
“Estamos realizando el trámite en la municipalidad para lograr la titulación del inmueble, con eso tenemos la promesa de mejoras edilicias. Con el traspaso del inmueble a la Fiscalía podemos hacer muchas cosas, esto se había movilizado hace tres años, pero con la pandemia todo quedó en cero. Ahora estamos en nuevas conversaciones”, explicó el fiscal Sosa.
Asimismo, indicó que el compromiso de la binacional es construir un nuevo bloque, en el acceso hacia la avenida Monseñor Rodríguez, donde deben estar todas las unidades especializadas de niñez y adolescencia, de lucha contra la violencia familiar, con el equipo de asistencia a víctimas y todo lo concerniente a esas unidades.
El compromiso de Itaipú, según Sosa, es construir también el laboratorio forense, lo que facilitaría muchísimo el trabajo de los fiscales. Actualmente todas las pruebas son enviadas a la capital del país donde se pierde tiempo para los resultados, con el riesgo de contaminarse durante el traslado.