Al parecer, los casos de nepotismo son un mal de nunca acabar en el Congreso Nacional. De vuelta salió a la luz un caso y esta vez involucra al senador liberal Líder Amarilla, que valiéndose de su influencia política, hizo que su hermana Neyde Ydalia Amarilla de Coronel, de profesión odontóloga, sea designada como “encargada de despacho” del referido legislador, con un salario mensual de G. 12 millones, entre sueldo y bonificaciones.
Neyde es otra de las funcionarias que cree que su designación no se encuentra en el rango de nepotismo, pero tampoco supo explicar cómo llegó al cargo y en el despacho de su hermano. “No considero (que sea nepotismo), porque es un cargo de confianza designado justamente por el senador para las funciones que me competen como asesora y a la vez cumpliendo como jefa de Despacho, apoyándole en sus gestiones”, esbozó una justificación a su favor y sin ningún estupor.
Los liberales no desaprovechan ninguna oportunidad para ubicar a sus familiares dentro de la función pública. Estas designaciones tienen un fuerte tufo de clientelismo político que reaviva la frase de “qué me das a cambio”.
La mujer dijo a medios de prensa que normalmente cumple un horario laboral de 07:00 a 13:00 y más horas cuando se necesita, pero en la nómina de funcionarios aparece que su jornada en realidad culmina a las 15:00. Con este tipo de actitudes el Estado sigue desangrándose, como consecuencia de personas que no tienen ningún tipo de empatía con la generalidad de la población que pasa hambre, no tienen oportunidades laborales y están obligados a trabajar de sol a sol para llevar el sustento a sus hogares. Personas que no tienen vergüenza y mucho menos pudor, son lo que no necesita el país, pero son los que más abundan, lastimosamente.
