
La precariedad en el combate a incendios y los sistemas de seguridad en el microcentro, se vio reflejada ayer durante el incendio del edificio Flytec. El siniestro comenzó en el piso 12 y por varias horas no pudo ser controlado, poniendo en riesgo construcciones vecinas y la propia estructura que está en proceso de construcción. Los bomberos reclamaron la falta de bocas hidrantes en el sitio para facilitar la tarea.
Este siniestro desnuda, una vez más, que todavía estamos lejos de contar con las condiciones reglamentarias de seguridad en las construcciones que se erigen en el microcentro. En el caso del edificio Flytec, dijeron que se hicieron las escaleras de emergencia, pero que todavía no estaban habilitadas.
El siniestro fue descubierto ayer a las 11h, cuando una densa humareda comenzó a salir del piso 12 y los obreros que estaban en el piso 20 olieron algo como plástico quemado. Luego la cortina de humo ya empezó a expandirse y gran parte de los trabajadores pudieron salir sin sufrir ningún daño a su integridad física. El obrero Antonio Vera quedó atrapado en uno de los pisos, pero pudo salir sano y salvo con la tarea de al menos cuatro rescatistas de los bomberos voluntarios de Ciudad del Este.

El trabajo de los voluntarios fue amplio y se extendió por varias horas, tanto que coadyuvaron bomberos de Presidente Franco, Hernandarias, Minga Guazú y también de Itaipú Binacional. Con el paso de las horas y el calentamiento de la estructura, los vidrios templados reventaron y también bloques de concreto se vinieron abajo.
El edificio siniestrado está en la avenida Itá Ybate, en plena zona comercial de la ciudad, sumado al desorden en el tráfico, calles estrechas, la masiva aglomeración de personas, los edificios sin extintores, detectores de humo, salida de emergencia, regadores ni bocas hidrantes en buenas condiciones, dificultaron bastante el trabajo de al menos 75 bomberos que lucharon incansablemente.
Durante las últimas horas de la tarde se advirtió de un peligro de derrumbe del edificio y el capitán Alberto Almiron, del grupo K122 de Minga Guazú, dijo que en varios sectores las paredes empezaron a resquebrajarse, lo que significó un peligro tanto para los voluntarios, como para los vecinos de los alrededores. Por ello realizaron una evacuación de todo el sitio.

UNA TAREA PENDIENTE
La capital del Alto Paraná tiene un departamento técnico encargado de verificar que los edificios reúnan todas las condiciones de seguridad contra incendios. Es parte del Cuerpo de Bomberos Voluntarios y trabaja en coordinación con la Dirección de Obras de la Municipalidad de Ciudad del Este.
Todos los planos de estructuras edilicias son remitidos a la comuna para su aprobación. Previamente, son verificados por el departamento técnico de los Bomberos, que envía un informe de la situación a la municipalidad. Esto es insuficiente, atendiendo a la alta densidad poblacional y el crecimiento de las inversiones inmobiliarias en los últimos años.
Los técnicos habían indicado que lo que se ve en los planos no es lo mismo que la construcción de los edificios y siempre envían recomendaciones a la comuna, pero los propietarios se resisten a adecuarse, ya que contar con todas las medidas de seguridad contra los siniestros puede costar hasta USD 50 mil.