Pasan los años y en Ciudad del Este miles de familias siguen sin acceso al agua potable en sus viviendas, indicó el funcionario del Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental, Sixto Fretes. Los barrios que están en la vera del río Paraná y el Lago Acaray son, irónicamente, los que tienen más dificultades para el abastecimiento del líquido vital. La calidad del agua también es otra falencia de la Ersan y Essap.
En una entrevista con el programa “En Clave de Aurora y Sol”, emitido por Radio La Clave, Fretes explicó el funcionamiento de la Essap y la Ersan, instituciones que deben proveer agua potable para toda la ciudad. Estos entes tienen el trabajo de controlar la calidad y cantidad de líquido para el correcto abastecimiento en las casas.
“La Ersan es la que regula y habilita la provisión de agua, teniendo en cuenta cuál será la proveedora y la zona de abastecimiento. Deben controlar la cantidad y calidad que recibe cada usuario y realizar los estudios laboratoriales necesarios para prever contaminaciones”, indicó.
Uno de los principales problemas pasa por la falta de medidor de parte de los usuarios, puesto que, solo debe ser para uso doméstico. “Está prohibido el uso para generar ganancia, como lavadero, fábrica de hielo, lavandería de ropa, entre otros, principalmente en los lugares donde se derrocha agua”, apuntó.
SOLO EL 75%
Un preocupante dato brindado por Fretes es que solo el 75% de la población de Ciudad del Este tiene acceso a agua potable actualmente y que un gran porcentaje lo recibe con pésima calidad y con poca potencia en los horarios picos. Los barrios periféricos son los más afectados por el desabastecimiento.
“En algunas zonas, principalmente en la vera del río Paraná y el Lago Acaray, hay escases principalmente en estos meses de poca lluvia. Afecta a los barrios Remansito, San Miguel, San Rafael, San Antonio, Don Bosco, entre otros. No hay tanta cantidad de agua bajo tierra, por eso hay aguateras y juntas de saneamiento que apenas cubren 50 familias y que en algunos horarios no abastecen.
En Presidente Franco tampoco se salvan del problema. Los barrios Tres Fronteras y San Miguel-Villa Baja tampoco reciben suficiente cantidad del líquido vital pese a estar en la orilla del río Paraná. A lo largo de los barrios y asentamientos en la vera del río Monday la situación es la misma.
POCA AGUA SUBTERRÁNEA
La causa del desabastecimiento es la poca agua subterránea que se repone tras cada lluvia, por las obras de empedrado y asfalto de caminos, y las viviendas que realizan construcciones en toda la propiedad, sin permitir que la tierra absorba el líquido de cada lluvia o, incluso, de cuando las personas riegan las plantas en sus casas.
“El agua que cae ya no infiltra en cantidad necesaria como antes, por la deforestación. Hay pocos montes y plantas o espacios libres en las ciudades y todas las calles son empedradas o asfaltadas. Muchos en sus casas hipermeabilizan sus pisos. Esto hace que todo se convierta en raudal y vaya a los arroyos, poca cantidad de agua es lo que infiltra bajo tierra y que es la que se repone para los pozos artesianos que tienen entre 100 y 200 metros de profundidad”, mencionó.
