En el marco de la Semana Global del Emprendimiento, hoy conocemos la impactante historia de Josefina Mercado, la emprendedora que inició desde cero y luego de una admirable y firme perseverancia se convirtió en una exitosa empresaria, referente en su área.
Josefina Mercado es propietaria de uno de los principales salones de belleza del país. Llegó a Ciudad del Este procedente de Caraguatay, Mbokayaty del Yhaguy, hace más de 20 años. En compañía de su hijo brindaba servicios de peluquería a domicilio. Un domingo, una de sus clientas le comenta que llegó al Shopping Zuni de la ciudad el mejor salón de belleza de Asunción, Rommy Femenino y Masculino; y que la había recomendado a la dueña. “Yo era feliz con mi hijo trabajando en las casas, yo ni sabía lo que era Rommy, no me quería ir a la entrevista, pero no quise fallar a la clienta, entonces me fui”.
Josefina fue contratada tras la entrevista, pero recuerda que fue una época difícil, ya que sufría el rechazo de la clientela que solo quería ser atendida por funcionarias de Asunción. “Me presenté en la entrevista, pasé la prueba, pero las clientas solo querían ser atendidas por las de Asunción. Yo ya no quería quedarme, le conté a la Sra. Rommy, me dijo que me quede, que aguante, que tienen que acostumbrarse a vos.” En vista que el dinero no le alcanzaba, la propietaria le pagó un pequeño sueldo adicional para realizar la limpieza del salón, con lo que costeó sus pasajes y alimentación por un largo periodo, recordó. “La Sra. Rommy me seguía diciendo ‘aguantá, aguantá un poco más’. Fue lo que hice hasta que se acostumbraron a mí”.
IMPORTANCIA DE LA MENTORA
Recomienda saber escuchar y tener una mentora. En su vida fue muy importante las orientaciones que le brindó la Sra. Rommy. “Yo admiraba y respetaba mucho a la Sra. Rommy y seguí lo que me recomendó, es importante saber escuchar al que ya subió varios escalones, porque ya sabe lo que puede suceder, tiene la experiencia para guiarnos”.
Fue así que todo el tiempo, para seguir a pasos firmes en la carrera, Josefina apostó a su capacitación. Varias veces se trasladó a Asunción donde realizaba los cursos. “Me iba a capacitarme en las uñas esculpidas y mechas”
PRIORIZÓ A SU HIJO Y EVITO “REPETIR LA HISTORIA”
Por su calificado trabajo, Josefina tuvo ofrecimientos para ir EE.UU. y Suiza, países donde para su área obtendría importantes logros económicos. Recordando sobre esta posibilidad que se presentó en su vida, Josefina se quebró. Refirió que le vinieron varias propuestas, pero que priorizó quedarse con su hijo Fernando, ya que no quería que se repita la historia, lo que ella atravesó, que no vivió con sus padres. “Me decían que iba a ganar millones, pero yo no quise dejar a mi hijo. Yo me crié sin mi mamá y sin mi papá, se va a repetir la historia, dije, decidí quedarme con él, vamos a poder juntos, siempre estuvimos juntos y él me daba la fuerza y coraje que necesitaba para seguir”.
Eran tiempos muy difíciles, el dinero apenas alcanzaba, recorría con su hijo en varias casas hasta tarde, realizaba sus tareas escolares en esos sitios, “él sufrió mucho también”, indicó. Cuando ingresó a la peluquería lo llevaba a escondidas y lo tenía en un lugarcito de donde ni podía moverse. Pero lo que su hijo le dijo de esa época, la sorprendió de manera inesperada y conmovedora. “Te acordás mamá cuando éramos felices en esos tiempos, así me dijo, pensé que no quería recordar, que lo dejaría triste y no, esa fue su respuesta. Y yo que en ocasiones solo tenía dos mil guaraníes y tenía que comprarle la merienda, el sufrió mucho. Su respuesta demuestra que nuestros niños no quieren muchas cosas, son felices con nuestra atención, nuestra compañía.
UN MOMENTO IMPORTANTE
Transcurrieron muchos años dando lo mejor para la clientela y llega la noticia de que el salón de belleza estaba en venta. Josefina recuerda que la Sra. Rommy le ofreció con el fin de que la marca pueda seguir. “La Sra. Rommy me ofreció a mí y a un compañero, ella amaba su marca y quería que quedara en manos de quienes entienden el área y la cuidarían”.
Esa fue una oportunidad que Josefina pudo aprovechar, realizó un préstamo y quedó con la mitad de la franquicia hasta que su socio más adelante, también le vendió la otra mitad de las acciones, convirtiéndose ella en única propietaria de la franquicia. Sin embargo, Josefina no hizo pública esa situación y la clientela siguió por varios años con la creencia de que la titular era la Sra. Rommy. “No quise decir que yo era la dueña, tuve miedo que dejen de ir, tenía varios pensamientos y así muchos años, me iba como una compañera más”.
PANDEMIA – REDES – CORTINAS DE CABELLO
Cuando llegó la pandemia, muchos comercios cerraron, era a lo que Josefina no quería llegar. “Todos me decían tenés que cerrar y yo veía como la gente cerraba sus locales, llevaban sus muebles, yo no quería, tenía mucha gente que dependía de mí, algo tenía que hacer”. Fue entonces que desde el encierro, junto con su hija, hacían las famosas cortinas de cabello. Luego comenzó a publicitar el producto en las redes sociales. Esto ocurría en medio del rechazo por parte de familiares, quienes intentaron convencerle de que no era viable para esos tiempos. “ ‘Mbaꞌéichaiko ojoguata hikuai peteꞌi akarangue ovalea un millón siendo que ndorekoi 50 mil hembiꞌu repyra’, así me decían, no van a comprar; y yo decía, van a comprar”.
La primera venta de la cortina de cabello logró después de 30 días de insistir con su difusión publicitaria en las redes. “Todos los días yo mostraba el cabello de distintas maneras, hasta que surge la primera clienta, era del Chaco, hizo una transferencia bancaria. En mi caja de ahorro yo solo ya tenía 200 mil Gs. Allí dije, se puede. Desde entonces no dejó de vender.
Las redes le ayudaron mucho, ya que sus videos llegaban a todas partes. Durante la pandemia realizaba viajes a Asunción para llevar a los clientes sus cortinas y flequillos. A los envíos nacionales también le siguieron los envíos internacionales. Todo lo que conseguía cada fin de semana distribuía a mis funcionarios. “Eso salvó a Rommy”, manifestó.
El éxito rotundo llevó a Josefina a inaugurar un maravilloso salón en la capital del país, cuenta con más personal y una variedad de cortinas, para las distintas necesidades de la clientela tanto femenina, como masculina.
ACCIÓN SOCIAL POR NIÑOS Y MUJERES CON CÁNCER
Con motivo del día del niño promovió regalar sonrisa a niños con cáncer que perdieron el cabello. Las historias que conoció le conmovieron mucho. “No sabía que eran tantos niños y niñas atravesando esta situación. Aquí en el salón lloramos todos. Los niños sufren bullyng en la escuela por parte de sus compañeros y sus mamis buscan ayudarlos con gorras y sombreros.”
Asimismo, en Octubre Rosa volvieron a brindarles seguridad y autoestima a tantas mujeres a través del servicio de las pelucas oncológicas. Josefina elogió la fortaleza y la fe de las pacientes. “Tienen una fuerza extra, nosotros ñande pyꞌa kangyve, son mujeres fuertes, con palabras de fe”.
Josefina Mercado aconsejó a hacer que cada día valga mucho la pena, a disfrutar la vida. A todo aquel que desea emprender, sugiere que observe en su alrededor, qué es lo que está necesitando el cliente, que el servicio o producto que brinde lleve una solución. “Tenemos que ser facilitadores de la solución, llevar siempre una solución”.
La exitosa empresaria quería ser contadora y el destino le hizo transitar por otro camino, de muchos aprendizajes y cumpliendo muchos sueños, hoy con total propiedad afirma que se debe aprender a amar y agradecer lo que se tiene, porque es un lugar y oportunidad que otros desean. “El éxito es la consecuencia de lo que haces todos los días, todos podemos, porque somos imagen y semejanza del creador, quienes nos ponen límites, somos nosotros mismos nomás”.
Una mujer emprendedora, que logró superar todo tipo de obstáculos, nos demuestra que nada es imposible. Celebramos su estabilidad que posibilita fuente de empleo a muchas personas, la sonrisa que brinda a personas en duras batallas, sus palabras de fe y esperanza, su hermosa familia. Josefina Mercado, la inspiradora y auténtica Paraguaya Mbarete.