Entre la tarde y la noche del domingo cayó un verdadero “diluvio” en el Este del país y rápidamente el agua se juntó en caminos vecinales, ingresó a viviendas, desbordóarroyos y también arrastró vehículos. Felizmente los ocupantes de los rodados fueron salvados por vecinos, pero no tuvo la misma suerte un hombre que con su amigo fue a buscar cerveza y cayó al cauce del arroyo Acaraymi. Pese a los trabajos de búsqueda permanece desaparecido.
El caso más grave se dio en el puente que está sobre el arroyo Acaraymi, en el límite entre los barrio San Antonio y Pablo Rojas, donde los amigos Héctor Darío Godoy (48)y Armando David Aquino (41) enfrentaron la fuerte correntada para ir a buscar más cervezas en una bodega ubicada en las cercanías. En cuestión de segundos ambos cayeron al agua y Aquino pudo salvarse con la ayuda de vecinos, pero el otro hombre no tuvo la misma suerte.
“Estábamos cenando en mi gomería y queríamos tomar más cerveza. Nos fuimos juntos y el agua estaba por encima del puente, ya dos vehículos quedaron varados ahí, pero fuimos y yo creo que me agarré de la rama de un árbol, pero a mi amigo ya no le vi. No sé cómo fue, todo muy rápido, pero lo único que puedo decir es que volví a nacer, creo que es una resurrección”, dijo Armando David Aquino, todavía shockeado por lo ocurrido con él y su amigo.
RIESGOS Y DESTROZOS POR TODOS LADOS
En el barrio San Roque dos mujeres y cuatro niños de origen hindú fueron auxiliados por reservistas de la Armada Nacional que pasaban por el sector y procedieron a rescatarlos. Las personas estaban en un automóvil regresando a su vivienda, cuando fueron arrastrados por la fuerza del raudal, además de un arroyo desbordado que hizo que el vehículo siguiera el curso del agua.
Varias familias en ese sector de Ciudad del Este quedaron con sus viviendas bajo agua. Lo mismo se dio en la zona baja del barrio San Antonio, cerca del arroyo Acaraymi y otras zonas cercanas a los cauces hídricos, como la parte baja de los barrios San Rafael, Remansito y Che La Reina, donde se formaron verdaderos ríos en las calles, anegando las viviendas.
Una parte de la muralla de la escuela del barrio San Roque se vino abajo y también el raudal arrastró una impresionante cantidad de basura que quedó acumulada en el predio de la institución educativa.
En el barrio Santa Ana, un puente se destruyó por completo tras el temporal. El hecho se dio en la tercera fracción del barrio, donde los vecinos están totalmente aislados y temen que con las sucesivas lluvias la situación empeore.
UNA DEUDA HISTÓRICA
Un sistema de desagüe pluvial es una deuda histórica de todos los gobiernos municipales de turno y que siempre la utilizan como “caballito de batalla” durante la campaña electoral, pero nunca siquiera se desarrollaron proyectos para buscar una fuente de financiación y una proyección a largo plazo.
En el microcentro se ve un lamentable ejemplo de la falta de previsión de las autoridades, pues con una mínima lluvia las calles se inundan, destruyendo el asfalto, que también requiere una mejoría integral. Además se inundantiendas, vehículos son arrastrados y queda un rastro de basura por todos lados, generando una imagen desastrosapara una ciudad que se jacta de ser turística y comercial