
Esta es la historia de vida de Don Nemesio Melgarejo, olero de tradición. Su sacrificada labor fue el sustento de la familia con cinco hijos, quienes ya trabajaron en el rubro. El oficio da empleo a muchas otras familias. Hay temporadas de venta masiva de ladrillos, pero en este momento el mercado está parado y espera pueda reactivarse en breve. Agradeció la visita del presidente de la República, Santiago Peña.
La olería es la principal actividad de los pobladores en Tobatí, Cordillera. Allí, para muchos, la jornada laboral arranca a las 03:00hs de la madrugada. El trabajo es sacrificado, pero es una tradición que genera empleos y fuentes de ingresos, relata Don Nemesio Melgarejo (67). Toda su vida dedicó a este trabajo, que heredó de su padre. “Yo nací en la olería, todo lo que sé hacer es esto, aquí no tenemos otro rubro, aprendí con papá a los 8 años, desde entonces es mi mundo”.
Casado con Bernardina Denis, tienen 5 hijos. Todos trabajaron en la olería, pero tres se independizaron y solamente dos continúan con la producción de los ladrillos. Don Nemesio relata feliz y orgulloso, que gracias a la olería sostuvo a la familia. “Todo lo que tenemos, todo lo que pudimos dar es gracias a este trabajo. Lo hicimos sacrificada y honradamente”.
El oficio que se transmite de generación en generación también hizo posible que una de sus nietas pudiera graduarse en la universidad, en la carrera de nutrición. “Fue también con este sacrificado trabajo que mi hijo logró sostener a su familia y mi nieta pudo recibirse como nutricionista. Para nosotros es una gran bendición la olería”.

ESCASES DE VENTAS
El periodo de mayor demanda fue de junio a noviembre y luego bajó considerablemente. En temporada alta, la familia con todo el personal logra una producción de cerca 30 mil ladrillos al mes. “Cuando hay pedido, por día se produce bastante, todos se esfuerzan más para poder completar, contratamos más personal y todo”.
Con la demanda baja, no se puede correr el riesgo de comprar insumos y contratar personal para la producción, indicó. “Si no hay pedido no podemos contratar a personal, no tendríamos cómo pagarles por el trabajo. Ahora estamos esperando que se mueva nuevamente el mercado. Hay capacidad para producir la cantidad que nos pidan”.
Explicó que las condiciones actuales del tiempo permiten la fabricación de los ladrillos con mayor rapidez. “Con este tiempo hacemos muy rápido, porque lo que necesitamos es que se seque y este clima caluroso nos ayuda mucho, nosotros trabajamos afuera, extendemos los ladrillos para el secado en todo el patio”.
El anhelo de las familias es lograr nuevamente las ventas en estos meses, el costo unitario es de Gs. 300 por ladrillo. Don Nemesio espera que sus ladrillos lleguen a más departamentos y de esa manera seguir contribuyendo también en su comunidad, dando fuentes de trabajo. El número de contacto para los interesados en el producto y ayudarlos a mantenerse en el día a día con su honrado oficio, es el (0972) 885-028.

TRADICIÓN Y SOSTÉN
Así como don Nemesio, muchos otros pobladores en Cordillera, encuentran en la olería la oportunidad de trabajar y mantener a la familia, por lo que desea que pueda mantenerse esta tradición. “Sería bueno que siempre siga la tradición, aquí sabemos que ayuda a muchas familias, es empleo y fuente de ingreso seguro”.
Comentó que, durante muchos años, visitó otros departamentos para enseñar el proceso de fabricación de ladrillos, enseñanzas que dieron lugar a nuevos empleos en distintas comunidades. “Yo muchos años iba a otros departamentos a enseñar el trabajo de olería. Muchos abrieron sus propios locales y también dieron más fuentes de trabajo. Hoy día ya solo trabajo y enseño aquí”.
JUVENTUD CON VICIOS
Es un trabajo que requiere mucho esfuerzo, valentía y disciplina. Lamentó que muchos jóvenes no puedan llevarlo adelante, debido a los vicios. “Este trabajo es sacrificado, hay que dormir temprano, trabajar mucho y duro, es algo que muchos jóvenes de hoy día ya no aguantan, lastimosamente por los vicios”.
Hay una cultura de obtener ganancia haciendo lo mínimo, agregó. “Los jóvenes ya solo buscan algo con lo que van a ganar rápido y fácil, mucho compromiso no quieren, eso tenemos que cambiar. Hay jóvenes sobresalientes, pero muchos necesitan redirigir sus pensamientos y acciones para poder prosperar con honestidad y haciendo patria”, indicó.
VISITA DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Don Nemesio fue sorprendido en su casa con la visita del presidente de la República, Santiago Peña. “Realmente no esperaba, fue algo demasiado grande poder recibirlo en casa, sentarnos y conversar. Que se haya tomado el tiempo de saber más de nuestra actividad, de mi familia, de nuestro día a día, es algo que siempre voy a recordar”.
El presidente lo motivó a seguir firme en la producción. “Estoy contento de venir a conocerlos, de ver, de escucharles y darles mucha fuerza, porque miren que el Paraguay se mueve gracias a ustedes, ustedes son el Paraguay. Tenemos mucho para hacer, en nuestro país hay mucha gente que necesita para su casa, que aquí Don Nemesio, se hagan muchos ladrillos, que nosotros vamos hacer que se construyan todas esas casas, no te vayas a olvidar, vos sos Paraguay”.
“Esas palabras significan mucho para mí”, indicó don Nemesio. Agregó que son muchas las familias en el mismo rubro, que el mandatario pudo estar en otra vivienda, pero que fue una bendición que haya llegado a la suya. “Aquí son miles que estamos haciendo ladrillos, entonces él podía llegar en cualquier casa, pero llegó a la mía, con sus palabras de aliento. Es demasiado importante para mí y toda mi familia, estamos agradecidos con su gesto”.
Trascendió que ya solo quedaban 400 olerías activas en la comunidad, hasta que llegó la asistencia del actual gobierno nacional, lo que permitió la recuperación de varias empresas familiares. Actualmente son 1500 olerías en actividad, lo que es de significativa importancia por la mano de obra que emplea.