
Cuando es difícil encontrar acceso a vacancias laborales, surge la necesidad de crear esas oportunidades. Es el caso de dos compatriotas que relatan sus vivencias en el oficio que les garantiza el sustento diario. Dedicados a rubros distintos, pero en un mismo sector de la avenida San José de Ciudad del Este.
Año tras año la crisis económica siempre golpea a la ciudadanía, haciendo que muchas personas pierdan sus trabajos o tengan ingresos más bajos. Son varios los testimonios de ciudadanos que con una profesión o sin ninguna, se reinventaron decenas de veces para salir adelante. En cada esquina, avenida o barrio en nuestro país, existen trabajadores que lograron salir adelante, apostando a lo que su corazón les direccionaba.
Es el caso de Zuny Brizuela, a quien conocimos en su puesto de venta de yuyos y verduras que tiene en la vereda del colegio San José, en el barrio y en la avenida que llevan el mismo nombre. Cuenta que se instaló allí hace aproximadamente 9 años y desde entonces es su lugar de trabajo, donde garantiza la obtención de ingresos para sustentar a su familia. Es madre de dos niñas de 6 y 10 años de edad.
POR SUS HIJAS NO DUDÓ EN EMPRENDER
No tenía trabajo y necesitaba hacerlo porque ya era madre. “Como siempre me gustó lo relacionado a venta de remedios yuyos y choclo, entonces decidí dedicarme a eso. Tenía que hacer, ya era mamá y tenía que generar recursos económicos. La gente ya me conoce, formé mi clientela en estos casi 9 años y así logro costear todos los gastos de la casa. Estoy agradecida, recibí de obsequio útiles escolares para mis hijas, eso es una gran ayuda para mí”, nos cuenta Zuny.

Mientras permanecimos en el lugar, comprobamos la alta concurrencia de clientes. Ese flujo de personas es habitual los domingos, ya que en el puesto de Zuny se encuentran productos de alto consumo, como choclo, queso, lechuga, frutas y lo infaltable para los paraguayos, abundante cantidad y variedad de remedios yuyos.
Entre los remedios más buscados para el tereré dominical están menta’i, para para’i, cocú, cedrón, hierbabuena. También están los que gustan de ruda, cola de caballo, Santa Lucía o Mbokaja´i, tarope, perdudilla blanca, aguape puru’a, zarzaparrilla y kapi´i. Sobre el conocimiento de los pobladores acerca de los remedios y sus propiedades, indicó que algunos saben. Contó que ya conoce a sus clientes, por lo que sabe cuál preparación realizarle. “Ya de memoria los conozco, así que ya les preparo rápido lo que les gusta y necesitan”.
SIEMPRE HAY TRABAJO
Zuny atiende en su puesto de lunes a lunes, no conoce de vacaciones, ya que cada día suma para colectar los recursos que necesita. Independientemente de las condiciones climáticas, ella está allí. “Todos los días vengo. No importa la lluvia, el calor, el frío. Fin de año me quedo en tres turnos”.
Su esperanzador mensaje a personas desempleadas es que no desistan, siempre se puede hacer algo en nuestro país pasa salir adelante. “Algunos he’i ndaipori, pero jaguereko paite, oimbaite ñamba’apo hagua ápe. Algunos dicen que no hay trabajo, pero siempre hay, hay todo en nuestro país, si queremos trabajar”.

VENTA DE DIARIO
En el mismo sector de la concurrida avenida San José también conocimos el testimonio de trabajo de Don Amado Gaona, que lleva una vida dedicada a la venta de diarios y los cartones de lotería. Ya son 25 años en el mismo punto, por lo que ya es muy conocido por la gente en la zona.
“En este lugar llegué en el año 2000. Por lo visto que mi honestidad le gusta a la gente y tengo muchos clientes. Es un lugar tranquilo, una zona por donde todos transitan y de a poco fui formando mi clientela”.
Recordó sus inicios, cuando empezó a vender diarios el día del golpe de estado en 1989. En aquella época su ganancia era de 30 guaraníes por cada ejemplar. “Ese día del golpe de estado recuerdo que empecé. El diario ABC Color estaba a 300 guaraníes y ganábamos 30 guaraníes por cada ejemplar. Allí trabajé 6 años. Luego me dediqué a otro rubro hasta el año 1994, seguidamente en otro lugar y en el 2000 reanudé nuevamente con la venta de diarios y los cartones de Telebingo”.
Con la venta de diarios y los cartones de lotería Don Amado logra mantener a su familia. Tiene tres hijas, las más pequeñas son mellizas. “Mi hija mayor ya hizo dos años la carrera de danza en la facultad y las más chicas son mellizas de 12 años y están en la primaria”.
Don Amado se acostumbró a acudir sin falta al puesto de trabajo de lunes a lunes, porque los diarios salen todos los días. “No falto, porque todos los días viene el diario, entonces yo estoy aquí con lluvia, con frío, como sea”.

Innegablemente las ventas disminuyeron, esto se debe al auge de las plataformas digitales, indicó. No obstante, algunos pobladores siguen buscando el ejemplar impreso, otros buscan los fascículos y todas las ediciones especiales que se lanzan.
“Se vende mucho menos, porque la gente encuentra todo ya en las redes sociales y allí nomás lee. Pero sí, hay gente que sigue comprando el diario impreso, especialmente los coleccionistas, que los domingos vienen por el diario, las colecciones, fascículos, libros, su remedio refrescante para el tereré que acompaña su lectura. Los domingos tenemos buenas ventas, entre semana empatamos, casi no hay gente, la mayoría está en su trabajo”.
Don Gaona descubrió su potencial en este oficio, así año tras año se esmera por conquistar a más clientes. También cree que aquel que está decidido a trabajar, encontrará su camino en el país. “El que no es presumido siempre encontrará algo para hacer y ganar honestamente. Aquí en nuestro país no vamos a pasar hambre, porque hay forma de generar ingresos. Mi agradecimiento a todos los que siempre compran mis artículos”.
Este es el domingo de muchos sacrificados compatriotas. El trabajo les convoca sin pausa toda la semana, para que nada falte en el hogar. Ardua y honrada labor.