
Las redes sociales se han visto invadidas en los últimos días por una nueva ola de diseños digitales que capturan la atención de miles de usuarios: figuras estilo Funko Pop creadas con inteligencia artificial. Luego del fenómeno viral de las reinterpretaciones al estilo Studio Ghibli, una nueva moda toma fuerza en plataformas como Facebook, TikTok, X e Instagram.
Esta tendencia consiste en generar imágenes que simulan ser muñecos Funko —caracterizados por sus cabezas grandes y ojos negros redondos—, utilizando herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT y generadores de imágenes como DALL·E, Midjourney o similares. Los personajes más solicitados van desde íconos del cine, series y videojuegos, hasta políticos, celebridades locales e incluso versiones personalizadas de los propios usuarios.
La “fiebre Funko IA” surge como una evolución natural del entusiasmo masivo que semanas atrás generaron los retratos de personajes famosos y originales reimaginados en el estilo de animación japonesa del reconocido Studio Ghibli. Aquel fenómeno, que combinaba nostalgia, fantasía y arte digital, dejó el terreno fértil para nuevas exploraciones estéticas.
A diferencia del estilo Ghibli, que apelaba a la ternura y la nostalgia, los Funko virtuales destacan por su estética caricaturesca, simple y altamente reconocible, lo que facilita su viralización. Además, muchos usuarios utilizan estos diseños como forma de identidad digital o como base para emprendimientos de merchandising.
Si bien esta moda tiene un tono lúdico y creativo, algunos artistas y diseñadores han manifestado preocupación por el uso indiscriminado de la inteligencia artificial en procesos creativos, especialmente cuando se replica el estilo de marcas registradas como Funko Pop sin autorización.
A pesar de ello, la tendencia sigue creciendo, impulsada por la facilidad de acceso a estas herramientas y la velocidad con la que los contenidos se comparten en redes. Lo cierto es que, tras la magia de Ghibli, el universo digital sigue buscando nuevas formas de expresión que mezclen cultura pop, tecnología e imaginación colectiva.