
El pasado sábado, la red social Tik Tok suspendió sus operaciones en Estados Unidos, afectando a aproximadamente 170 millones de usuarios en el país. Esta interrupción se produjo en respuesta a una ley que prohibía la aplicación debido a preocupaciones sobre su control por parte de la empresa china ByteDance y posibles implicaciones para la seguridad nacional.
La suspensión se llevó a cabo una hora y media antes de la entrada en vigor de la ley, prevista para las 00:01 del domingo. Los usuarios que intentaron acceder a la plataforma encontraron un mensaje que indicaba: «Lo sentimos, Tik Tok no está disponible en este momento».
Sin embargo, el presidente electo Donald Trump anunció que emitiría una orden ejecutiva para extender el período antes de que las prohibiciones entraran en vigencia, permitiendo que Tik Tok restableciera su servicio en Estados Unidos. Trump propuso que Estados Unidos tuviera una participación del 50% en una empresa conjunta como solución al conflicto.
En respuesta, TikTok comunicó que estaba en proceso de restablecer su servicio en el país, agradeciendo al presidente electo por la claridad y seguridad brindadas a sus proveedores. La plataforma expresó su compromiso de trabajar con la nueva administración para encontrar una solución a largo plazo que garantice su permanencia en Estados Unidos.
La interrupción temporal dejó en evidencia la dependencia de millones de usuarios de X como una herramienta central para la comunicación, el debate público y la difusión de información. Figuras públicas, medios de comunicación y empresas debieron trasladar sus actividades a otras plataformas, generando un caos informativo durante varias horas.
El hashtag #CensuraEnX rápidamente se volvió tendencia en otras redes sociales, donde los usuarios manifestaron su descontento y pidieron explicaciones tanto a la empresa como al gobierno. “No se trata solo de X, se trata de nuestros derechos como ciudadanos digitales”, expresó un usuario en su cuenta de Instagram.