Luego de la queja de los pobladores del casco urbano del distrito de Minga Porã, sobre los destrozos que causan los inadaptados en horas de la madrugada y que perjudican a los vendedores de la zona, la Policía Nacional realizó un operativo de despeje. El presidente de la Junta Municipal, Walter Espínola, dijo que tras la reunión con las autoridades se hizo el operativo durante el fin de semana y que esperan que este tipo de controles sean continuos, no solo un fin de semana.
Espínola señaló que, ante el crecimiento del distrito, también se necesita reforzar la seguridad, especialmente en los lugares donde los ciudadanos acuden para pasar un buen rato. “Hay un lugar de unos trescientos metros, de ambos lados de la ruta, donde se colocan los vendedores a ofrecer sus productos. El pedido que hice fue que se hagan los controles y se hicieron, para evitar también que ocurran peleas que se registraron los fines de semana anteriores”, expresó.
El edil indicó que todas las autoridades están a favor de la venta de comidas rápidas en la zona, lo que fortalece la economía de los comerciantes, pero también se tiene que trabajar con la Policía Nacional. “Pedimos que se garantice que las personas puedan pasar un buen rato por esos lugares y de paso apoyar a los vendedores ambulantes y a los que tienen su local propio”, acotó.
Además, el intendente Clementino Portillo ya mantuvo una reunión con los comerciantes del lugar para que cuiden el espacio que utilizan. “Los vendedores limpian todo una vez que ya se van a retirar, pero a partir de las 2 de la madrugada más o menos otras personas son los que vienen a romper botellas, se pelean y causan destrozos. Lastimosamente, en la última ocasión, estos inadaptados rompieron los bancos que se instalaron en el lugar y eso es lamentable”, indicó Espínola.
Por último, el concejal manifestó que a través de un trabajo coordinado se puede lograr un equilibrio que no impida que los vendedores o clientes puedan disfrutar un momento en familiar, pero sí hacer un trabajo de prevención y que los inadaptados sean castigados. “Es cuestión de ayudarnos entre todos, la seguridad es compromiso de todos. Antes la Policía no tenía patrullera, hoy ya se tiene, no hay policías suficientes, por eso se tiene que hacer los trabajos de forma conjunta para mejorar la ciudad”, refirió
DE OTROS DISTRITOS
De acuerdo a las autoridades de Minga Porã, la mayoría de los inadaptados serían pobladores de distritos vecinos, pero también participan los lugareños. Pese a la campaña de concienciación que promovieron desde la comuna, los resultados solo se darán con la presencia activa de los organismos de seguridad.
La concurrencia en los locales nocturnos y gastronómicos es permanente y algunos pioneros lamentaron que muchos digan “vamos a Minga Porã para mirar peleas”, por eso insisten con sus autoridades municipales y la Policía para frenar eso, porque pueden darse consecuencias mucho más graves. Temen que este epicentro de violencia sea la entrada de productos prohibidos como estupefacientes y otros que sumirán cada vez más a los jóvenes de la comunidad y será la ruina para los locales gastronómicos que están en la zona urbana.
Minga Porã cuenta con ordenanzas que reglamenta el trabajo de bares y locales nocturnos, la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad y el reglamento general de tránsito para las motocicletas dentro del distrito. Pero, esperan una reacción más firme de los encargados de la seguridad y el orden público.
