«Todos los niños nacen artistas. El problema es cómo seguir siendo artistas al crecer», decía el pintor español Pablo Picasso. Precisamente, en honor a la fecha de su nacimiento, el día 25 de octubre se celebra el “Día Internacional del Artista”, un homenaje a aquellas personas que han nacido para inspirar a otras y regalar belleza y arte. Milner Osvaldo Ortíz es un joven de largo recorrido en el arte en Ciudad del Este y es considerado por muchos como un exponente de la ciudad gracias a sus trabajos.
En una retrospección de en su década como artista, recuerda que todo iniciaba a sus 9 años de vida, cuando ya participaba de cursos y capacitaciones en pintura, dibujo y otras ramas del arte. “Desde niño siempre me gustó, el punto fue darle seguimiento y con el tiempo la pasión se hizo cada vez más grande y fuerte”, dijo al inicio de la entrevista a nuestra redacción.
Su sueño de vivir por y para el arte se vio con dificultades al inicio, pues no contaba con los recursos necesarios para dedicarse netamente a ello y buscó otros caminos que lo ayuden a cumplir su objetivo. “Era profesional en la cocina, trabajé en restaurantes. Gracias a esto pude costear mis estudios en el arte, porque es costoso. Es perseverancia en todos los sentidos, es costoso y pocos valoran”, mencionó.
Milner debió buscar nuevos horizontes fuera del país, pero esto no fue motivo para abandonar el sueño de ser artista. Al contrario, aprovechó cada oportunidad para capacitarse en las distintas facetas del arte. “Me formé en el exterior las veces que pude, me capacité como pude porque quería ser más. El profesional se hace por el camino, eso lo tenía muy presente”, agregó.
UNA DÉCADA DE LUCHA
El camino no fue fácil, pues muchas puertas se cerraban a la hora de buscar apoyo o un lugar para hacer exposiciones de sus obras, mientras era estudiante de la Escuela Superior de Bellas Artes (ESBA) de la Universidad Nacional del Este. “Se me cerraron muchas puertas. Me dijeron muchas cosas negativas y que vivir del arte sería muy difícil, pero no desistí”, rememoró.
Pasaron diez años para que Milner logre establecerse como un exponente en Ciudad del Este. “Tuve muchas barreras en el camino y siempre dije que lo lograría, con mis colegas inventábamos los recursos. A la hora de tener una exposición vemos cómo solventar, trabajamos día y noche”, siguió.
VIVIR POR Y PARA EL ARTE
La década de esfuerzo valió para que Ortíz pueda vivir por y para el arte, realizando exposiciones en nuestra ciudad y otros puntos del país. “Hoy día tengo muchas puertas abiertas. Por ejemplo, el dueño de un conocido shopping me cedió un espacio para tener exposición de mis trabajos y poder venderlos. Hoy día puedo vivir de mi trabajo. Son como 10 años de lucha y perseverancia, por sobre todo”, destacó.
Sus principales potencias son los retratos y los paisajes, principalmente con los detalles y la creatividad para ello. “Hago retratos especiales, montajes en retratos, sin tecnología. Con mi creatividad hago que parezca que utilicé la tecnología, pero no lo hago. Soy clásico. Paisajes es lo que más hago y soy reconocido por eso”, reconoció.
“Hoy día vivo enseñando, vendiendo mis obras. Puedo decir que soy un artista bendecido porque vendo mi trabajo, pero para llegar a esto trabajé muchísimo. Me buscan, me llaman para escenografías, vestuarios para danza y teatro, murales, cuadros. Hago exposiciones públicas, que mi trabajo llegue a todos”, agregó.
PROPIO TALLER
Hace poco más de un mes abrió un taller propio en su casa, donde ya cuenta con más de 50 alumnos desde los 12 años, en su mayoría personas adultas “que vienen de noche a relajarse con el arte, a tomar un café y conversar. Es un lugar pequeño pero acogedor”, detalló. También enseña en una escuela del distrito de Nueva Esperanza (Canindeyú), con niños desde el primer grado en adelante.
“HACER HABLAR AL ARTE”
A finales del año 2022 lanzó una colección de 25 obras, que en los últimos meses fueron vendidos a amantes de los cuadres y retratos, en los que busca reflejar la cotidianeidad de la sociedad. “No es solo pintar, se pinta con el corazón, pero el arte debe hablar. Una obra mía tuvo solo dos exposiciones y ya se vendió. Busco darle vida a la obra y que la persona entre y la viva, hacer que quiera vivir siempre ese espacio”, señaló.
Milner, a sus 28 años y con el título de Licenciatura en Artes Visuales, dejó un mensaje para todos los amantes del arte que quieren vivir de ello, en cualquiera de sus facetas. “No desistan y crean siempre en uno mismo. El arte es un estilo de vida muy lindo y gratificante, pero que lleva mucho sacrificio y capacitación constante, gracias a la versatilidad a la hora de hacer los trabajos, ya sea para escenografía, vestuarios, montajes teatrales y más”, finalizó.