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Triunfa en todos sus emprendimientos con su grandiosa fe y autenticidad

Yenny Ortega, la Indiecita, no dimensionaba su alcance, pero agradece el cariño y el respaldo de la gente.

En otra entrega de la Semana Global del Emprendimiento, hoy conocemos la apasionante historia de Yenny Ortega, conocida como la Indiecita, que con su autenticidad y generando contenido de humor extraordinario, se afianzó en todas las plataformas digitales, logrando además emprender con total éxito en teatro y como empresaria.

Yenny Ortega, la Indiecita es oriunda de Capiatá y los hechos acaecidos en su vida, en todos los planos, dejan mucha enseñanza. Cuenta que se casó muy joven y tuvo tres maravillosos hijos, pero no había condiciones de sostener el matrimonio, por lo que se divorció. Transcurrido un tiempo, después de un largo sufrimiento, conoció a Juan, quien se convierte en un ángel en la tierra tanto para ella, como para sus hijos. No convivían en la semana, solo cuando correspondía a su ex pareja quedar con los hijos, por el régimen de visita, los fines de semana.

Un día, esa persona que le cambió tanto la vida y para bien, durante casi 7 años, se sintió mal de salud. Fueron al sanatorio donde quedó internado y de allí salió sin vida. Aquel momento de su vida fue muy duro, fue un quiebre. “Murió de un día para otro, por hepatitis. Fue el quiebre en mi vida, me quedé total y absolutamente sola, porque yo nunca tuve un respaldo familiar, lo hago público, porque esa es la verdad”.

Recuerda que en la época llevaba a sus hijos al colegio y volvía a casa a dormir, a su lado, en la cama la última ropa que había utilizado Juan cuando ingresó al sanatorio. Estaba totalmente desorientada y sin ninguna ayuda. Su amiga Mirna Aguilar, de Ypacarai, observó que la situación era crítica, en ese entonces estaba trabajando en Madrid y le recomendó ir a España a trabajar, por lo menos durante tres meses, para poder reponerse del doloroso golpe. Indiecita conversó con el papá de sus hijos, le pidió que los cuidara y le mencionó que les enviaría dinero. Afirma que fue la mejor decisión. “No me fui por necesidad y en busca de progreso, fui porque si no me iba, no sé qué hubiera pasado de mi”.

En España logró emplearse mediante su condición de maestra de inglés, trabajó para una familia pudiente que requería niñera (con inglés) y  ella cumplía todos los requisitos, menos la permanencia legal de radicación, pero igual obtuvo el trabajo. Ingresaba al país cada tres meses, cuidando el permiso migratorio. Así lo hizo durante un año.

Su incursión en el teatro con “Jajapomina la Catarsis”, fue un rotundo éxito. Todas las funciones con público repleto.

REDES SOCIALES

De alma viajera, cuenta que trabajando en el exterior realizaba su sueño de conocer otros países. Sus hijos ya habían crecido, entonces pudo tener la tranquilidad de ir en busca de su felicidad que consistía en conocer el mundo. Fue en uno de sus viajes, retornando a Paraguay durante la pandemia, en uno de los encierros obligatorios procedente del exterior, que surgía la Indiecita creando contenidos de humor con el uso del guaraní. Lo hizo a través del Tik Tok y de inmediato causó furor y se hizo viral.

No esperó llegar al alcance que registra actualmente en todas las plataformas digitales, ni dimensionaba el impacto hasta que, recorriendo por las calles, la feria de productores, shopping, plazas, parques, se encuentra con gente que rápidamente la reconoce y le brinda cariño. “Esa es la mejor paga, ya que en Paraguay no se recibe pago de las plataformas por creación de contenido, como ocurre en EE.UU y Europa, explicó.  “Yo me hallo demasiado, soy conocida por lo que hago en mis redes,  sin tv, sin marketing. Donde voy me preguntan, mba’eteko Indiecita,  mba’eteko la nde mundo: chemo pirimba. No dimensionaba realmente”.

Recordó feliz que, en sus inicios, la dueña de Indega le seguía en Tik Tok y le pidió a su encargado de Marketing que la contacten y contraten. “Imagínense su visión de empresaria, yo tenía recién solo 5 mil seguidores en Tik Tok, no contaba con Facebook ni Instagram, le indicaron los de Marketing, pero ella autorizó y me llegó una nota de la empresa con la propuesta de trabajo publicitario, hasta ahora está conmigo”.

Hizo realidad su emprendimiento Matungo AO, cuenta con locales en San Lorenzo, Mariano Roque Alonso y Ciudad del Este.

TEATRO Y MATUNGO A’O

Agradeció el respaldo de su comunidad en las redes, ya que le posibilitó incursionar en otro sitio insospechado: el teatro. La propuesta llegó del profesor Calolo Rodríguez. La Indiecita recuerda que no pensaba en esa posibilidad y lo evitó decena de veces. “Heta akañy chugui, pero después dije voy a probar. Él no paraba de insistirme, vos sos mujer de teatro, hagamos, me taladraba todo el tiempo”.  Un día analizó, ya que era mucha la insistencia y se abocaron a preparar el guión, ya que el inicial no la representaba, manifestó. Ella haría teatro con su sello característico y así fue. Anunció la venta de los ingresos a través de sus redes y ofreció tres funciones de “Jajapomina la Catarsis” con público repleto.

Con este trabajo logró un importante ingreso y analizó cómo invertirlo. Comentó que ella es una amante viajera y en otras ocasiones ya usó todo su dinero en su pasión, por lo que esta vez tenía que decidirlo bien. Recordó que tenía la feria de ropas de talla grande que ya era furor, solo necesitaba capital para iniciar firme con el emprendimiento y el momento había llegado. Fue asesorada por su nuera Camila, también emprendedora y finalmente habilitó “Matungo AO”, con dos sucursales en San Lorenzo y una en Mariano Roque Alonso.

La posibilidad de abrir en Ciudad del Este se dio de una manera sorprendente. Cuando aún atendía en un pequeño espacio en Central, llegó hasta allí la propietaria del Shopping Zuni, quien también era su seguidora. Ya había pedido que la contacten para hacer trabajos para su establecimiento, que tuvo resultados. La empresaria le propuso que abra en la capital departamental y que lo haga en el Shopping Zuni, entregándole la llave para su local. Su trabajo en redes le conecta con gente que le ayuda a crecer, destacó y agradeció.

Su pasión es viajar por el mundo, invita a cada uno a luchar y cumplir sus sueños.

TENER FE Y PRESTAR ATENCIÓN A LAS SEÑALES

Indiecita sostiene que su fe dirigió su vida desde siempre, quedó huérfana de madre a los 10 años. Recordó a su profesora Úrsula del catecismo, a quien debe parte de su creencia.

Entre otras oportunidades laborales que le dio la vida, mencionó el Crowne Plaza Hotel, donde se desempeñó como asistente personal de la hija de Osvaldo Domínguez Dib. De allí fue entusiasmada nuevamente EE.UU para el trabajo que también le apasiona, la de niñera.  Fueron hermosos 6 años.

Indiecita dijo que como todos luchan para cumplir un sueño, ella lo hace también por el suyo, que es viajar. “Yo lo que quiero es viajar, para eso lucho, sin causar daño a nadie. Así también la gente debe hacer, si quiere para su casa, su auto, lo que desea, que luche para alcanzar y ser feliz cumpliendo su sueño.

“La fe debe guiar nuestros pasos y atender a las señales que están llegando para no desaprovechar las oportunidades. Dios envía personas, canciones, señales, hay que saber reconocer y utilizar la fe”, sostiene. La exitosa Indiecita recomienda no perder la esencia y hacer aquello que anhelamos. Hay que probar la suerte sin consultar a terceros, porque nadie brindará su ayuda. El camino recorrido por Yenny Ortega demuestra que la vida ofrece muchas oportunidades de crecimiento y su capacidad de saber conducir exitosamente toda acción la convierte en una gran triunfadora. ¡Por el ejemplo y enseñanza, aguyje Indiecita!

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