
Cansados de los constantes estruendos y las afectaciones a sus viviendas, los vecinos del barrio Don Bosco y zonas aledañas han decidido convocar una gran movilización para exigir a las autoridades municipales la suspensión de las actividades en la cantera Acaray. La medida de fuerza busca llamar la atención de la Municipalidad de Ciudad del Este y otras instituciones, como el Mades, para que intervengan y brinden una solución definitiva al problema que aqueja a cientos de familias.
Hace aproximadamente 40 años, la cantera de la Constructora Acaray, una sociedad anónima cuya cabeza visible es el ingeniero Antonio Eudes de Oliveira, opera en la zona de Hernandarias, en la divisa con el barrio Don Bosco de Ciudad del Este. Durante este tiempo, los moradores del barrio esteño han elevado innumerables reclamos sobre los daños que las explosiones generan en sus viviendas. Sin embargo, hasta la fecha, las denuncias han quedado sin respuestas concretas por parte de las instituciones responsables.
Según datos recabados en la zona, unas 1.200 viviendas se encuentran afectadas, ya sea de manera directa o indirecta, por las detonaciones diarias en la cantera. Las explosiones generan fuertes vibraciones que provocan fisuras en paredes, techos y pisos. A pesar de que muchos habitantes han intentado reparar los daños, las grietas reaparecen con cada nueva detonación, incrementando el temor de los afectados.

“EXPLOSIONES CADA VEZ MÁS INTENSAS”
Nidia Pera, una de las afectadas, relató que hace 18 años su vivienda sufre los efectos de las explosiones. Indicó que, debido a la gravedad de las fisuras en una de las habitaciones, se vieron obligados a levantar un segundo muro como refuerzo. No obstante, el problema persiste. «La fisura corrió, esto no para y se va expandiendo por toda la casa, ya no sabemos qué va a pasar», lamentó.
Otra de las denunciantes, Marta Allende, señaló que gracias a la difusión del caso en los medios de comunicación, cada día más vecinos se animan a alzar su voz de protesta. «El temblor es cada vez más intenso, y ni hablar del estruendo. Mucha gente tiene miedo de reclamar, pero estamos cansados de esta situación», aseguró.
Los afectados también denuncian que, en algunas viviendas, los techos han cedido debido a las constantes vibraciones, generando filtraciones y poniendo en peligro la seguridad de los moradores. La situación es aún más crítica en hogares donde residen adultos mayores o personas con problemas de salud, quienes sufren alteraciones por los fuertes estallidos.

EXIGEN INTERVENCIÓN
Los vecinos exigen la intervención inmediata de la Municipalidad de Ciudad del Este y el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible para que, al menos, se suspendan los trabajos en la cantera hasta encontrar una solución viable. «No pedimos el cierre del lugar, sino un punto intermedio. Queremos que alguien tome cartas en el asunto, porque sabemos que a los pobres nadie les hace caso», manifestó Allende.
La convocatoria a la movilización ha ganado adhesión en la comunidad, y los organizadores esperan una gran participación para visibilizar la problemática y ejercer presión sobre las autoridades. Los vecinos advierten que, de no obtener respuestas concretas, endurecerán las medidas de protesta hasta lograr una solución efectiva para la comunidad afectada.