Los pobladores del asentamiento Cristo Rey están en zozobra desde que una empresa privada reclama como suyas las tierras que ocupan a casi tres décadas. Muchos de los pobladores están imputados por invasión de inmueble ajeno y afirman que están temerosos que tengan la misma suerte que los pobladores del asentamiento Belén de Ciudad del Este o de la zona de Chaco´i, la semana pasada.
Según los pobladores, la denuncia por invasión de inmueble fue promovida por una empresa denominada Koga S.A. y los afectados dicen que cuentan con servicios básicos proveídos por el Estado paraguayo, como energía eléctrica, agua potable, empedrados y otros. Indicaron que eso no sería posible si era una tierra ocupada en forma irregular. “Somos feriantes, vivimos de la renta familiar, estamos acá hace 26 años y nos vienen a decir que estamos en un terreno ajeno. Estamos instalados acá al menos 160 familias y más de 70 personas están imputadas por la fiscal Carolina Rosa Gadea”, se quejó la señora María Antonia, una de las pobladoras más antiguas del asentamiento.
Los afectados indicaron que con la intervención de sus abogados supieron que, supuestamente, la constancia en el expediente por invasión de inmueble menciona que en el lugar solamente hay tres casas precarias. Pero la realidad es otra, ya hay viviendas amplias, construidas con material cocido, con infraestructura para pequeñas tiendas y otras inversiones de los lugareños.
CON AVAL DEL INDERT
La pobladora del asentamiento Cristo Rey, Matilde Maidana, dijo que hace 26 años los primeros pobladores habían ingresado a los predios con aval del Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) y que los que están afincados desde sus comienzos tienen las constancias del ente público. Admitió, sin embargo, que no cuentan con títulos de los terrenos que ocupan.
Esto mencionó cuando se le consultó si el asentamiento es producto de una invasión o se les cedió como terreno municipal. La mayoría de los pobladores son pequeños agricultores, integrantes de la asociación de productores organizados del Alto Paraná, quienes vienen semanalmente a Ciudad del Este a vender sus rubros en la feria.
TEMOR A QUE OCURRA DESALOJOS VIOLENTOS
Los pobladores del asentamiento están en una encrucijada, porque muchos de ellos están imputados y una empresa privada que tiene contactos con el poder público, es la que está por detrás del reclamo de las tierras. Es por ello que temen que ocurran acciones similares como las que se dieron la semana pasada en el asentamiento Belén de Ciudad del Este y la comunidad de Remansito, en la zona de Chaco´i.
Admitieron sin embargo, que todavía no saben de ninguna orden de sacarlos de los terrenos, pero que cuentan con asesores legales que están revisando el caso. A la par, también están moviendo contactos en el Indert, en la búsqueda de antecedentes de creación del asentamiento, los documentos que lo avalan y la búsqueda de la legalización de la ocupación de todas las familias que están afincadas en el lugar.
“Estamos gestionando para tener una escuela, ya tenemos iglesia, caminos y otros servicios básicos, por todo eso nos sorprende que aparezcan supuestos dueños de la zona donde está nuestro asentamiento, después de casi 30 años. Estamos en zozobra, pero también resistimos”, explicó la señora Maidana.