La jornada de ayer fue escenario de una manifestación por parte de los vecinos de la Comisión Calle 20 Acaray, del distrito de Minga Guazú, quienes alzaron sus voces en reclamo al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones para obtener información sobre el plan de mejora del camino vecinal, un compromiso establecido entre el MOPC, el Ministerio de Justicia y otras instituciones como compensación por la instalación de una nueva cárcel de varones en la comunidad.
Los lugareños expresaron su preocupación tras observar la llegada de maquinarias del MOPC que, en lugar de comenzar con el prometido enripiado, están transportando grandes cantidades de tierra al lugar. “Tememos que, con la lluvia, el camino termine bloqueado y perdamos la salida a la ruta PY02”, advirtió Alcides Noguera, presidente de la comisión.
Los vecinos resaltaron la urgencia de la situación, ya que muchos alumnos inician la próxima semana sus exámenes y podrían quedar aislados debido a las condiciones del camino. Durante la manifestación, Noguera lamentó la falta de avances concretos y la necesidad de movilización para que se atiendan sus reclamos.
“Últimamente, casi nada se consigue si no haces alguna movilización. Ahora estamos esperando que nos traigan los planos y el estudio topográfico para saber cómo se va a realizar el trabajo. Nadie viene a explicarnos qué y cómo se van a realizar las intervenciones en nuestra calle”, enfatizó.
El presidente de la comisión también indicó que en el trayecto a ser mejorado hay dos puntos críticos donde se cruza sobre un arroyo. “En esos puntos se tiene que mejorar el puente, para que en caso de grandes lluvias, no se tenga más problema. Hoy, el agua desborda todo cuando tenemos jornadas de mucha lluvia. Si se hace una buena ruta pero no se amplía el puente, no vamos a resolver nada”, añadió con preocupación.
A raíz de la manifestación, el Crio. Osvaldo Osorio, jefe de la Comisaría 8, intervino y logró establecer contacto con el ingeniero Alejandro Leite del MOPC. Durante esta conversación, Leite explicó a los vecinos que la tierra que se está llevando al lugar tiene como objetivo emparejar la ruta, y que el posterior enripiado sería parte del proceso.
Aunque las declaraciones del ingeniero brindaron un respiro a los preocupados vecinos, la falta de comunicación y claridad en los tiempos de intervención siguen siendo un punto de tensión. Noguera dijo que esperarán la conclusión de 500 metros de enripiado para ver como es el trabajo y si llena sus expectativas continuar hasta cubrir todo el trayecto acordado, que es de 4,5 kilómetros desde el penal hasta la planta de tratamiento de efluentes.