
Las altas temperaturas también afectan a nuestras mascotas, por lo que es habitual que en esta temporada sufran diversos cuadros. Los casos más comunes son golpes de calor, cansancio extremo, problemas de movilidad, dermatitis alérgica por picaduras de pulgas y otros.
El verano es también para los perros una época para disfrutar más de actividades al aire libre. Sin embargo, las mascotas sufren varias afecciones debido al excesivo calor. Es importante reconocer esos cuadros para poder tomar las precauciones necesarias. A continuación, detallamos las enfermedades más comunes:
GOLPE DE CALOR
Es probablemente que sea una de las afecciones más graves que pueden sufrir los perros durante el verano. Ocurre cuando el cuerpo del perro no es capaz de regular su temperatura adecuadamente. Esta afección provoca daños en órganos vitales como el corazón, riñones y el cerebro.
Hay que estar atentos a signos como cansancio extremo, problemas de movilidad y dificultades respiratorias. En cualquiera de estos casos, hay que acudir a la veterinaria para el chequeo completo y evitar mayores daños.
Prevención: La prevención es clave. En futuras temporadas se debe garantizar que el perro tenga fácil acceso a agua fresca y sombra.

DERMATITIS ALÉRGICA POR PICADURAS DE PULGAS
Es importante saber que las pulgas son mucho más activas en climas cálidos y húmedos, razón por la que el verano es la estación en la que se acentúa su proliferación. Muchas veces, tras el verano, las mascotas desarrollan una dermatitis alérgica, debido a las picaduras de pulgas. La reacción alérgica es causada por la saliva de la pulga y puede provocar: intenso picor, caída del pelo e infecciones secundarias en la piel por el rascado constante.
Prevención: Hacer uso de parasitarios externos durante todo el año, especialmente en los meses más calurosos. También se recomienda revisar periódicamente el pelaje del perro y acudir al veterinario si se detectan signos de infestación.
OTITIS
Es una inflamación del área auditivo que puede ser causada por diversos factores, como la acumulación de humedad en los oídos, el aumento de la temperatura o la presencia de cuerpos extraños. Si la mascota sacude constantemente la cabeza, hay secreción en el oído, olor desagradable proveniente del oído o siente dolor al tocar la zona afectada, estamos ante un cuadro de otitis.
Prevención: Incluir la limpieza del canal auditivo y aplicar medicamentos indicados por el veterinario. Se debe secar bien los oídos del perro tras cada baño y evitar que el agua entre en contacto con el canal auditivo.
GASTROENTERITIS
El cambio de rutina, el consumo de alimentos inadecuados durante los paseos o el contacto con fuentes de agua contaminadas pueden ocasionar una gastroenteritis en los perros. En esta afección lo que se produce es la inflamación del tracto gastrointestinal, lo que provoca: vómitos, diarrea, deshidratación, falta de apetito.
Prevención: Requiere por lo general una dieta blanda y el uso de sueros para evitar la deshidratación. Es esencial acudir al veterinario para que determine el tratamiento adecuado según la gravedad del caso.

PARÁSITOS INTERNOS
El contacto con otros perros, el consumo de carne cruda o la ingesta de alimentos o agua contaminados desencadenan en la aparición de parásitos internos, como lombrices y tenias. Son casos comunes, considerando que hay mayor frecuencia de actividades al aire libre.
Se deben tener en cuenta sus síntomas que incluyen pérdida de peso, abdomen hinchado, debilidad general, presencia de parásitos en las heces.
Prevención: La desparasitación interna es la clave. Se recomienda seguir el calendario de desparasitación regular que incluya tanto el tratamiento para pulgas y garrapatas, como la eliminación de parásitos internos. El veterinario indicará los productos y la frecuencia de uso.
LESIONES EN LAS ALMOHADILLAS PLANTARES
Es inevitable el contacto con superficies calientes, como el asfalto o la arena, esto puede causar lesiones en las almohadillas plantares de los perros. Estas afecciones se producen en el verano, pero suelen notarse al término de la estación, cuando las almohadillas ya están agrietadas o ulceradas. Se puede saber que la mascota está con este cuadro, al observar que tiene cojera, lame excesivamente las patas o siente dolor al caminar.
Prevención: Evitar paseos durante las horas más calurosas del día y revisar las patas del perro con regularidad. Si se detectan las lesiones se recomienda el uso de cremas cicatrizantes y evitar que el perro camine en superficies ásperas o calientes hasta su completa recuperación.

LEISHMANIASIS
Esta enfermedad es transmitida por la picadura de pequeños insectos (flebótomos), que son más activos durante los meses de calor. Puede tardar semanas o meses en manifestarse, por lo que los síntomas estarían apareciendo después del verano.
El perro con leishmaniasis sufre pérdida de peso, lesiones cutáneas, fatiga, crecimiento anormal de uñas.
Prevención: El diagnóstico precoz es fundamental, ya que la enfermedad puede ser mortal si no se trata adecuadamente. La mejor forma de prevenirla es mediante el uso de collares antiparasitarios y productos repelentes que protejan al perro durante todo el verano.
Siempre serán de gran ayuda: un chequeo veterinario regular, el uso de antiparasitarios y una adecuada rutina de cuidados. De esta manera se podrán prevenir varias enfermedades y nuestros perros estarán saludables y felices todo el año.