La presencia fugaz por el Alto Paraná de autoridades de los Poderes del Estado, constituye una buena manera de interactuar con el pueblo, de escuchar quejas, opiniones, ideas y pedidos de boca de la gente que palpa en el día a día realidades.
Sin embargo, poco o nada se logra de estas visitas, pues en materia de soluciones a los problemas que acechan, como la inseguridad, no se mejora solo con habladurías y piloteadas.
Trasladarse desde la capital del país solo para cuestiones mediáticas, o por puro populismo, no sirve absolutamente para nada. Y la situación del departamento marca a las claras que tales presencias solo gastan dinero del Estado y dan interesantes viáticos.
Mirando puntuales rubros como el mencionado, el ministro del Interior, Enrique Riera, estuvo por el Este para interiorizarse de la realidad de seguridad, sin haberse sacado nada de útil como un plan puntual.
Los problemas planteados por quienes participaron del conversatorio, incluso ya contaban con mayor elaboración de progreso hacia planificaciones estratégicas, con lo que se muestra quienes son los verdaderos interesados en dar respuestas claras a males que agobian.
Si no existe predisposición real y seguimiento de propuestas ciudadanas, todo queda en el “opareí”, llenando cajones de escritorios en ministerios.
Si se utilizan viáticos solo para turismo interno y para fingir interés, se seguirá en el mismo círculo vicioso de penurias y mentiras. Visitar una vez al año, para solo charlatanear y ganar viáticos, dice todo de cualidades.
La movilización de vehículos oficiales, de la policía, y de los gastos “extras”, comparados con los resultados logrados, implican pérdida para todos, teniendo en cuenta que cada uno de los paraguayos, con sus tributos, solventa absolutamente todo, incluso caprichitos de las autoridades.
Resultados son lo requeridos, y no simple presencia para la foto.
Los altoparanaenses requieren respuestas y menos tomaduras de pelo. Problemas perentorios como la inseguridad reinante y la penosa salud pública, ya deberían haber encontrado alguna respuesta después de tantas visitas, período tras período.
Los mismos representantes en el Poder Legislativo, siguen sin dar muestras de interés hacia el Este, por lo que acrecienta dudas que otros venidos de la capital puedan esforzarse por los habitantes del departamento.
Tenemos exponentes locales en las Cámaras de Senadores y Diputados, pero por lo inocuo, es como si no se estuviera representado.
Si efectivamente existiera coincidencia entre lo dicho y lo hecho, Ciudad del Este y alrededores ya hubieran tenido mayor atención del Gobierno, la población estaría con protección efectiva y se tendrían leyes que garantizan el desenvolvimiento económico.
La población reclama presencias, pero de soluciones, no de personas que solo traen más promesas que realidades.
Perder valioso tiempo para re-anotar lo que ya está registrado, lleva a una desidia solapada, o a la demostración de inutilidades refregada en la cara de la ciudadanía.