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Yuyos y trabajo: un ejemplo de perseverancia y dignidad

Don Nicolas Pereira, superando obstáculos en su trajinar diario con la venta de yuyos

Son más de 20 años, dedicados a caminar kilómetros día a día para vender los remedios yuyos que le ayudaron a sostener su familia y a obtener el sustento hasta hoy día. Sin importar la condición climática e incluso con problemas en una pierna por causa de un accidente rutero, Don Nicolás Pereira no deja de salir a las calles para generar los recursos.

Nicolás Pereira, de 66 años, oriundo de San Juan Nepomuceno, encontró en este oficio la manera digna de ganar la vida. Padre de seis hijos, salió adelante con sacrificio y honradez,  enfrentado todo tipo de adversidades. “Logré mantener a todos mis hijos hasta que sean grandes, sin necesidad de que ellos trabajen siendo niños, conseguí con la venta de remedios yuyos”, cuenta con orgullo.

Todos los días sale desde el Km 11 de Ciudad del Esta para empezar su jornada kilométrica. Comenta que ya cuenta con clientela formada, fiel y conocedora de las propiedades medicinales de los yuyos, además que ya lo esperan de manera ansiosa para reabastecer sus productos. Los remedios más solicitados son manzanilla, cola de caballo, kurusu he’e, virgen del campo, siempre vive, katuava, tapete, rosa morotí, entre otros. Remedios que él mismo empaqueta y los vende a un precio accesible.

“Cada semana me surto de todos los remedios. Compro por kilo y me encargo de empaquetar. Vendo 3 por Gs. 5000. Y por suerte, ya todos mis clientes me esperan a que llegue”, revela.

La sabiduría de la naturaleza. Don Nicolás y sus remedios tradicionales, muy solicitados por la clientela.

ACCIDENTE

La vida de Don Nicolás no está exenta de desafíos. Hace aproximadamente 20 días sufrió un accidente, al ser embestido por un vehículo en la zona del Km 10. Aunque el percance no fue grave, sufrió varios golpes en distintas partes del cuerpo y la lesión en la pierna es la más considerable, ya que le afecta en su movilidad.

“No fui asistido por la persona que me chocó, me ayudaron a levantarme los vendedores que estaban allí. La verdad que sufrí muchos golpes, la pierna me duele y me está constando caminar desde ese día”, lamenta. A pesar de esa circunstancia, su deseo de seguir trabajando es más fuerte. “Solo quiero tener salud para seguir trabajando, no me siento bien quedándome en la casa”.

El trabajador también manifestó un deseo como ciudadano, que se pueda contar con hospitales que ofrezcan cobertura completa. “Nos faltan hospitales que nos ofrezcan todo, asistencia y medicamentos, porque como están los hospitales hoy día, preferimos no acudir, porque es difícil obtener una atención como corresponde”.

Su vida es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, siempre hay espacio para la dignidad y el esfuerzo.

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